Denuncian por día cinco casos de acoso virtual y publicación de imágenes íntimas en Argentina

La Fundación Activismo Feminista Digital sostuvo que "solo uno de cada nueve casos que recibimos tienen denuncias en fiscalías"

La organización presentó ante Naciones Unidas el primer informe sobre violencia digital en la Argentina
La organización presentó ante Naciones Unidas el primer informe sobre violencia digital en la Argentina

La Fundación Activismo Feminista Digital recibió en 2017 unas cinco denuncias diarias por acoso virtual y publicación de imágenes y videos íntimos, y a fines del año pasado presentó ante Naciones Unidas el primer informe sobre violencia digital en la Argentina, donde no hay cifras oficiales al respecto.

"Cada día son más los casos de mujeres que ven vulnerados sus derechos en las plataformas virtuales. La violencia de género digital tiene como característica la permanencia, es un acto que queda eternamente porque el contenido no se puede eliminar y la viralización magnifica el daño", explicó Marina Benítez Demtschenko, presidenta y fundadora de la organización.

Según el informe elevado por las organizaciones a la Relatoría Especial de la ONU sobre violencia contra la mujer, "solo uno de cada nueve casos que recibimos tienen denuncias en fiscalías o comisarías", mientras que el 75% de las denuncias se vincula con la difusión no consentida de imágenes íntimas y el restante 25% con el acoso virtual, mientras un 60% del material difundido tiene contenido sexual explícito.

Un 45% de esas fotografías o videos se dan a conocer a través de redes sociales, 29% por servicios de mensajería instantánea como WhatsApp y 16% en sitios web de pornografía.

La franja etaria "más severamente atacada" es la que va de 22 a 35 años, y la provincia de Buenos Aires concentra el 48% de los casos.

"Es una modalidad nueva de una violencia tradicional. El 44% de los casos de violencia digital tiene como trasfondo casos de violencia doméstica", explicó Benítez.

La Fundación Activismo Feminista Digital nació en 2012 a partir de la propia experiencia de Marina, luego de que una ex pareja difundiera material íntimo, y desde entonces brindan acompañamiento y asesoramiento jurídico e informático a víctimas.

"Los límites de la privacidad se han corrido en la sociedad pero hay algo muy claro que es el consentimiento", dijo María Eugenia Orbea, secretaria de la Fundación, sobre los casos de filtraciones de fotos de mujeres y aseveró que "la Justicia acá no funciona porque es todo daño moral, no se logra tener una real dimensión de los daños que se le producen a la víctima".