Con el cuento del tío engañaron y drogaron a una mujer de 84 años para robarle en Ramos Mejía

Las delincuentes abordaron a la mujer en la localidad bonaerense y todo quedó registrado en cámaras de seguridad.

Cuento del Tío
Cuento del Tío

Una jubilada de 84 años fue interceptada en Ramos Mejía por dos mujeres, quienes con la modalidad del cuento del tío, la engañaron y la drogaron para que las lleve a su casa. Una vez en el lugar, las asaltantes le robaron sus ahorros.

El hecho ocurrió en la intersección de las calles Bolívar y Alsina, cuando Delia salió de su vivienda con el changuito para hacer compras. Una persona se le acercó con una libreta en la mano, según describió la familia, y comenzó el engaño que quedó registrado por las cámaras de seguridad de la cuadra.

Según los dos hijos de la mujer, Silvina y Roberto: “La detuvieron a unos 200 metros de su casa. Una de las delincuentes le dijo que no sabía leer y le mostró un papel con una dirección; le hablaba de una Iglesia”, contaron este martes.

“Mi mamá sabe perfectamente que en esa calle que le marcaba no hay ninguna Iglesia y se lo dijo. Pero por las cámaras, lo que se pudo ver es que en ese momento apareció la segunda mujer, las dos le hablaron y la convencieron de algo. Después, fueron las tres a una plazoleta que está cerca de la zona, en Bolívar y San Martín”, detalló Silvina en diálogo con Arriba Argentinos.

Al respecto, sus hijos sostuvieron que la mujer fue drogada. “Por los movimientos, las pupilas dilatadas y el olvido de lo que pasó durante esos minutos creemos que le dieron algo”, señaló Roberto.

“Yo tomé contacto con ella cuando me llamó, después de lo sucedido, muy confundida, llorando. No se entendía bien en ese momento, pero me decía que creía que le habían robado”, indicó y afirmó que con el relato de su madre pudo establecer que le rociaron algo: “Me dijo que una de las mujeres le pasó un líquido por las manos y por el rostro, y le dijeron que era alcohol. Se lo pasaron para que se frotara en las manos y también le tiraron en el rostro”, añadió el hombre.

Asimismo, sostuvo que “desde que llegaron a la casa, ya no tenemos más registro que lo que pudo contar mi mamá. Se la veía como atontada, porque ella jamás hubiera hecho entrar a alguien al edificio”, dijo su hijo.