Estanflación: el Banco Central da por perdido este trimestre y ve muy condicionado el que viene

La entidad rectora admitió que la economía se frenó a fines de marzo, en un contexto de aceleración inflacionaria que ya superó los diez puntos porcentuales.

Banco Central de la República Argentina. (Federico López Claro / Archivo)
Banco Central de la República Argentina. (Federico López Claro / Archivo)

El Banco Central reconoció que la actividad económica se está estancando, por lo que el segundo trimestre está perdido, y señaló que esto se da en un contexto en el que la inflación “se aceleró en 10,2 puntos porcentuales” respecto de la velocidad que traía hasta fines de 2020.

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La entidad que conduce Miguel Ángel Pesce publicó el Informe de Política Monetaria (IPOM) correspondiente a mayo. Justo un día antes de que se inicie un nuevo confinamiento en el 90% del país, mostró que la economía está en problemas.

Es la publicación trimestral, dijo que la actividad económica se recuperó hasta febrero, favorecida por las medidas oficiales contracíclicas ante la emergencia sanitaria (como la inyección de liquidez), la habilitación de actividades económicas y la puesta en marcha del proceso de vacunación contra el Covid-19. En el primer trimestre se creció 2,3%.

Pero desde fines de marzo, “esta recuperación se vio afectada por el agravamiento del cuadro epidemiológico”. El freno empezó a notarse, según el Central, a partir de que el Gobierno reforzó las restricciones, complementándolas con políticas de apoyo a los sectores y hogares afectados, a fin de acotar el impacto sobre el tejido social y productivo.

La entidad rectora advirtió también que la actividad podría ralentizarse por el impacto de la segunda ola de contagios durante el segundo trimestre. Esto estaría dado por las medidas sanitarias adoptadas que restringe a algunos sectores; el menor consumo a partir de la reducción en la movilidad; el temor al contagio; y el consecuente incremento de la incertidumbre.

La fachada del Banco Central. (Foto: Federico López Claro)
La fachada del Banco Central. (Foto: Federico López Claro)

Lo que viene

Hacia adelante el principal factor de riesgo está asociado a una mayor dificultad para contener la pandemia por la aparición y circulación de nuevas variantes del virus Esto, admitió el Central, podría “llevar a cierres de actividades y aislamientos durante un tiempo mayor al esperado”.

El Central también analizó que en el sentido contrario, el proceso de vacunación en curso y un efecto positivo de las medidas adoptadas ahora podrían acotar la duración y la intensidad de esta segunda ola permitiendo que el impacto sobre la economía sea menor. “Una mejora en la situación sanitaria permitiría que la actividad retome el ritmo de expansión en el tercer trimestre”, precisó.

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Según el IPOM, los primeros datos de alta frecuencia correspondientes al mes de abril ya anticipan una “retracción acotada” de la actividad. El consumo eléctrico de grandes usuarios de CAMMESA ajustado por factores estacionales retrocedió hasta alcanzar el nivel de febrero pasado. Ese desempeño de la demanda eléctrica reflejó la reducción en la movilidad de las personas en horarios nocturnos, el cierre de shoppings y locales gastronómicos y también la menor actividad en Vaca Muerta y la región aledaña como consecuencia de los bloqueos de ruta que tuvieron lugar durante abril por el conflicto gremial de trabajadores de la salud.

Según el Central, la economía retomaría la senda de expansión en el tercer trimestre y el año arrojaría una recuperación respecto de 2020, aunque persistirá la heterogeneidad sectorial. Pero, sólo si se “controla la situación epidemiológica”.

Inflación

El Central, encargado de cuidar el valor de la moneda, admitió que en lo que va del año la tasa de inflación interanual se aceleró en 10,2 puntos porcentuales, hasta 46,3%. Y señaló que esto estuvo motorizado por la recuperación del precio relativo de los servicios, la recomposición de los márgenes de comercialización minorista en algunos sectores y el avance de los acuerdos paritarios.

A eso se sumó la incidencia del “significativo aumento” en los precios internacionales de las materias primas. En los próximos meses, dada la naturaleza transitoria de varios de estos factores, “se espera que la inflación inicie un proceso de descenso gradual y sostenido”.

La entidad dijo que contribuirá a consolidar ese proceso no emitiendo dinero en cantidades exorbitantes y controlando que el precio del dólar no suba con fuerza.  Se sumará a la estrategia que las tarifas de los servicios públicos “aumentarían en el año por debajo de lo esperado inicialmente”.

Por la corresponsalía de Buenos Aires.