La “Semana de la No dulzura" comenzó a realizarse en 2019, en contraposición a la famosa "Semana de la dulzura", que desde 1989 promueve el consumo de golosinas.
La iniciativa tiene como objetivo moderar el consumo de alimentos procesados y con muchos azúcares. Se lleva adelante durante la última semana de julio.
En Argentina se consumen 114 gramos de azúcar diarios por habitante, el triple de la recomendada por la Organización Mundial de la Salud, que sugiere entre 25 y 50 gramos.
Para la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas, la accesibilidad y el precio del azúcar llevaron a la industria a crear innumerables comestibles.