Hitos mundiales que marcaron cambios en la demanda en el negocio de la carne bovina

El escenario internacional ha provocado en los últimos cuatro años incertidumbre y volatilidad debido a los diversos factores de coyuntura que se presentaron de manera imprevista tales como la Fiebre Porcina Africana; el brote de la pandemia de COVID 19; la guerra ruso -ucraniana; problemas bancarios y financieros en mercados como el de EEUU, entre otros, provocando un inevitable impacto en los costos y caída de la demanda.

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Via Campo Foto: DANIEL GARCIA - AFP - AFP FILES
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Por otro lado, la crisis climática y ambiental está cambiando la forma en que se producen y consumen los productos ganaderos, perpetuándose en el futuro. Los productores ganaderos y los consumidores deberán adaptarse a estos cambios para garantizar la sostenibilidad de la producción y la satisfacción de la demanda del mercado para continuar con los permisos de exportación en los principales países del mundo.

En resumen, las expectativas para el 2023 y los próximos años encuadran un escenario de oferta más acotada, una demanda que tiende a crecer y, como resultado esperado, una recuperación de precios.

Precios amesetados y pérdida de rentabilidad

En cuanto a la producción ganadera, el cambio climático puede afectar la disponibilidad de agua y forraje, generando menor productividad del ganado. Además, las altas temperaturas provocan estrés térmico en los animales, y reducen la producción. Como consecuencia, una baja de la oferta de productos ganaderos y aumento de los precios.

El mercado de Argentina ha sido un claro ejemplo de cómo la seca es el factor que más ha impactado en el resultado del negocio.

La temporada de servicio ha culminado en prácticamente todo el país y la sequía ha impactado entre un 75 y 80% del stock argentino, lo cual se espera que haya generado una fuerte caída en los niveles de preñez, con una baja de entre un 6 y un 8 % en relación a los promedios habituales. Esto representa alrededor de 1,5 millones de vacas adicionales vacías que provocarán una caída de alrededor de 1,3 millones de terneros menos impactando negativamente sobre los resultados del 2024.

El total de terneros con datos a diciembre 2022 ascendió a 15,4 millones, dando las cifras más elevadas de los últimos 10 años, con lo que también existe una sobre oferta de terneros que los productores se ven obligados a liquidar para generar un mayor equilibrio entre oferta y carga. Esto provoca una baja de precio de entre el 5 y 10%. Este escenario, por otro lado, genera oportunidades para los engordadores a corral, a pesar de la suba del maíz. Los corrales están llenos y con un nivel muy superior: en el primer trimestre han superado un 37% lo cual también atenta contra la recuperación del precio del ternero.

El horizonte cambiaría a partir del mes de junio ya que la buena noticia es que con la llegada del fenómeno de “El Niño”, que se espera ofrezca un otoño y un invierno con lluvias que se acercarán a los valores estadísticamente normales, podríamos tener una recuperación de la oferta forrajera para la primavera, donde se prevé una suba de precio del valor de la carne importante.

El futuro que se vislumbra entre el 2023 y 2025 para los productos con destino a exportación también es positivo ya que se prevé una demanda de carne importante, y Argentina cuenta con una industria frigorífica preparada para las altas exigencias de los mercados internacionales

Víctor Tonelli