Cesar Neyra despidió a Maradona: “se me fue un amigo, se me fue un hermano, se fue el mejor del mundo”

Este 25 de noviembre se tiñó de gris para muchos argentinos que adoraban a Diego Armando Maradora. Como futbolista, dejó su huella en nuestro país y en el mundo, como persona, se ganó el amor de miles y la crítica de otros tantos.

En el caso de Cesar Neyra, el propietario de la Galería Melos, el vínculo con Maradona era de fraternidad. Su relación fue tan estrecha, que el empresario puede relatar decenas de anécdotas junto al Diez.

“En el año 76 pusimos, con mi hermano Cacho, un restaurante argentino en Madrid, que era el punto de encuentro de la colonia argentina en aquel tiempo, intelectuales, artistas, políticos, sindicalistas y por supuesto deportistas. En la esquina de nuestro restaurante vivía Huguito Maradona, el hermano menor del Diego, él iba a comer entre 4 a 5 veces por semana. Hasta que una noche apareció a nuestra vida el Diego”, contó Neyra a VíaCarlosPaz.

“Maestro, esta noche vamos a cenar con el Diego” le dijo Hugo, y desde aquel día, fueron muchas las veces en las que comieron en “El Logro”. “Si hay algo que resaltar en él, era su humildad a pesar de su fama. A nosotros nos tomó tanto aprecio que nos consideraba de la familia, pasaba atrás de la barra, le daba un beso a nuestra madre, se metía a la cocina a saludar a los cocineros”, manifestó con emoción.

En “El Logro” brindaban espectáculos de tango y folclore, y según relató Neyra, Maradona se ponía a bailar y daba autógrafos y se sacaba fotos con la gente. Entre tantas vivencias compartidas, Cesar recuerda cuando el Diez lo llamó para pedirle que acompañe a Claudia en su estadía por España, mientras Diego entrenaba; o la vez que se encontraron en la cancha de Boca y se dieron un fuerte abrazo al verse en uno de los palcos.

A pesar de que ambos no coincidieron en Carlos Paz, pudieron reencontrarse en Buenos Aires, en el famoso restaurante “El Corralón”, una versión argentina de lo que Cesar y Cacho habían montado en la ciudad de Madrid.

Quedarán miles de anécdotas más por contar, fotos por compartir. Mientras tanto, Cesar Neyra lo despidió con un cálido mensaje, “hoy ha sido un día muy triste para mi, porque se me fue un amigo, se me fue un hermano, se fue el mejor del mundo”.