Emprendedores y presentes en la pandemia

Cada uno lo vivió desde su lugar y de maneras distintas, pero todos con el denominador común de sentirse parte de aquellos que ayudan al resto. Cuentan su experiencia a un año del inicio de las restricciones.

Testimonios en pandemia.
Testimonios en pandemia.

Carla Chiarandini es preparadora física y conductora radial. Siempre feliz y activa, la pandemia no la frenó. “Este año que transcurrió me pasó muy rápido, me encontró más que nunca viviendo el ahora, valorando más que nunca el tiempo, la salud, agradeciendo , valorando y experimentando muchas enseñanzas que creo hay que capitalizar de la vida y más en esta pandemia. Dolida siempre por la situación de mucha gente sin trabajo y salud. No pensé en realidad cuanto duraría, pero sin duda fue más de lo esperado”.

Carla Chiarandini.
Carla Chiarandini.

“En lo cotidiano agradezco poder haber continuado con mis dos profesiones pasiones: preparadora física y periodista, contenta de las puertas que se han abierto en cuanto al trabajo on line y así poder ayudar a la gente a seguir en movimiento, algo súper importante siempre y más en este momento. En lo familiar valorando mucho más el tiempo compartido, mejorando hábitos , disfrutando. En cuanto a mis padres extrañándolos mucho y a amiga/os también, pero pudimos seguir conectados. ¡Enseñanzas, evolución, mente positiva, correr y crear!”.

Solange Freile es sumamente inquieta, espíritu de emprendedora sin dudas durante las 24 horas. Es empresaria en el área de salud. La pandemia obviamente la hizo mover aún mas, y resaltó su perfil social.“El tiempo pasó, dejé de salir a correr, de ir a la oficina, salí a comprar solo los sábados, cocine mucho y mientras miraba un poco hacia adentro, leí mucho, medité, hice una huerta en el patio, cultivé, me aburrí, de repente me sentí en una isla, y de a poco, tímidamente, empecé a pensar cómo conectar con los demás, apareció mi ser social buscando saber qué le pasaba al otro, cómo estaba, cómo podía estar presente, cómo interactuar a la distancia”.

Solange Freile.
Solange Freile.

“Fue un alivio enorme la primera reunión por meet con mi equipo de trabajo, me llenó de felicidad, ¡los extrañé! Creo que eso abrió camino una nueva etapa, en la que yo cada vez me fui sintiendo más confiada, más positiva, puede pensar con claridad.Llego el momento de dar lo mejor de mí, cómo si hubiera estado hecha para esto. ¡Salir es la respuesta! me dije, estar al frente, ayudar, acompañar, hacerme fuerte para poder ser útil, aliviar la angustia del otro y colaborar.Dejo atrás la isla para cruzar el mar, dejo atrás un tiempo que a veces pareció infinito, para volver a construir -de una manera más inteligente- el futuro, sintiendo que esto pasa… y todo pasa. Y cada vez me elevo más seres humanos.Tuve COVID, nuevamente aparece el miedo, ¡pero no! Llegó cuando estuve preparada para el aislamiento y para transitarlo con tranquilidad, sin ansiedades, sabiendo qué esperar.Verdaderamente en este año fuimos como una pupa que logra convertirse en mariposa, fuimos una vez más la maravilla de la vida adaptándose. Pandemia, pura resiliencia”.

Jorge Jacobo es médico. En ningún momento dudó en dar una mano para aquello en lo que se preparó toda a vida. “Nunca, pero nunca, me hubiera imaginado vivir como médico una epidemia. Eran cosas que leíamos en los libros, ¡nunca iban a pasar!, pero ocurrió…y nos afectó a todos…a algunos (muchos) de una manera más dolorosa perdiendo un ser querido. O sufriendo en carne propia una enfermedad que podía (y todavía puede) causar grandes complicaciones.

Como médico me tuve que enfrentar a algo por todos desconocido, tuvimos que aprender sobre la marcha de qué se trataba. Tuvimos que aprender a cuidarnos y cuidar a nuestras familias. Vivimos marchas y contramarchas con los tratamientos, con las informaciones científicas que nos llegaban.

Jorge Jacobo.
Jorge Jacobo.

En lo personal sentí que, a pesar de mi edad (66 años) tenía que ayudar en lo que pudiera. En un momento se me ocurrió pensar algo así como si los médicos hubiéramos estudiado y trabajado de bomberos, apagando incendios de diferente importancia y que, de pronto, tenemos un gran pero gran incendio…hay que ayudar a apagarlo, para eso nos capacitamos,

Y ahora, ya pasado un año y, en un esfuerzo impresionante de la ciencia, estamos hablando y discutiendo sobre las vacunas…increíble.Una reflexión final: no dejemos de cuidarnos, aunque hayamos tenido la suerte de haber sido vacunados, todavía falta para decir que esto ya pasó”.