Explosión en Alta Córdoba: una vivienda todavía corre peligro de derrumbe, pero no fue deshabitada

Así vive la familia de Sandra Domínguez, a 150 metros de donde explotó la Química Raponi. 

Casi no hay lugar en los techos que no haya perdido el revoque. El peligro constante para los habitantes de la casa es más que evidente.
Casi no hay lugar en los techos que no haya perdido el revoque. El peligro constante para los habitantes de la casa es más que evidente.

Por Laura Giubergia

Con riesgo sobre sus cabezas. Así viven Sandra Domínguez y sus hijos desde que explotó la Química Raponi, en noviembre de 2014, en el corazón de barrio Alta Córdoba. Incontables reclamos, un amague de reparación que no fue, y una casa ubicada a 150 metros de la “zona cero” que está en condiciones inhabitables, pero habitada...

“En aquel momento vinieron todos, de la Municipalidad, de la Provincia, arquitectos y psicólogos, todos con promesas de solución, pero las soluciones no llegaron”, repasa escuetamente Sandra Domínguez, damnificada por la onda expansiva.

Aquel fatídico día estaba entrando a su casa –en calle Mendoza al 2950–, cuando el incendio ya había comenzado, pero las explosiones vinieron luego. “Estalló todo. Nos tiró varios metros para atrás, no quedó un solo vidrio sano, y hasta las puertas arrancó”, rescata la mujer entre confusos recuerdos.

Durante algunos días depositaron en el ingreso de su casa materiales de obra, pero días después se los llevaron, sin haber reparado los daños de la vivienda. “Me dieron un subsidio de 3.000 pesos, me reconocieron 1.400 pesos de lo que me salieron los vidrios, y me cambiaron las puertas”, enumera. Y aclara que nunca nadie se llegó hasta el lugar para verificar que se hubiera hecho algún arreglo.

Deterioro. Lo cierto es que la casa ha seguido cediendo, que la losa está partida, y que hay fisuras por todas partes. "La semana pasada volví a ir hasta el Ministerio de Desarrollo Social, les llevé muchas fotos, y me han pedido completar con otra documentación para darme finalmente una solución", cuenta la mujer.

No hay pared en su vivienda que no esté agrietada, ni techo en el que no se haya desprendido el revoque. “Cada vez que llueve, ando corriendo tapando huecos, porque entra agua por donde mires”, explica Sandra.

Desde el Ministerio reconocieron a este diario que la vivienda de la familia Domínguez no debería estar habitada, y que los trámites y documentación que le pidieron a la mujer son para poder gestionarle el pago de un alquiler, mientras se procede la orden de reparación de la vivienda. La definición de los pasos a seguir se conocería en los próximos días.

Nancy Rodríguez vive en la casa del lado, y asegura que su vivienda también sufrió muchísimos daños. “No está tan en riesgo como la de Sandra, pero también tengo el techo partido, porque el terreno sigue cediendo, y hay filtraciones de humedad en las paredes”, describe. Consiguió algunos arreglos a fuerza de insistencia, pero entiende que no son suficientes.

Daño psicológico. Nancy y Sandra se lamentan, no sólo por las pérdidas que la explosión les significó y la falta de respuestas, sino por los daños no cuantificables. "No tuvimos ninguna contención, nos sentimos desamparados", asegura Nancy.

Y Sandra asiente, al tiempo que comenta cuánto le costó al menor de sus hijos volver a dormir tranquilo. “Ante cualquier ruido se despertaba sobresaltado y me pedía que saliéramos, fue muy duro”, afirma. Ambas valoran la ayuda que se han brindado entre vecinos, esos lazos solidarios entre gente común que la ligó de arriba.

En 30 días

El subsecretario de Desarrollo Social municipal, Adrián Casati, reiteró que esperan poder entregar las primeras dos viviendas en un mes. “El martes se concretará el pago al contratista para que el miércoles retome las obras, para entregar esas casas en 30 días aproximadamente”, expresó, tras una recorrida junto con funcionarios provinciales en la zona del siniestro.

“Las viviendas de los Perdiguero están con un 86 por ciento de avance”, señaló. Dijo, a su vez, desconocer el estado de situación de la vivienda de Sandra Domínguez. “Pido las disculpas del caso y me hago cargo, y me comprometo a ver cómo vamos a ir cerrando todos estos casos”, manifestó.