El gran dilema sobre ruedas: ¿Caja manual o automática?

La transmisión es el mecanismo por el cual el giro del motor llega a las ruedas.

El motor mantiene las revoluciones más o menos constantes, y la transmisión se encarga de variar la velocidad de las ruedas.

La caja de cambio automática utiliza un conjunto de engranajes plenarios, la cual permite la variación de la relación de transmisión sin tener que engranar piñones diferentes.

Una serie de embragues y frenos deciden que componentes giran y cuáles permanecen inmóviles para modificar la entrada y salida del sistema.

Mientras que la caja manual no puede alterar por sí sola la relación de transmisión, es el conductor quien debe hacerlo a través de la palanca de cambios.

El mecanismo por dentro es más simple, duradero y más sencillo de reparar.

La misma cuenta con una serie de engranajes o piñones girando a diferentes velocidades sobre tres ejes.

Los autos con transmisión automática proporcionan al usuario mayor confort y comodidad.

Además cuenta con el beneficio de la reducción de desgaste de elementos como el embrague.

Permite mantener descansado el pie izquierdo, que con esta caja no necesita accionar el embrague varias veces, por culpa de un embotellamiento o tal vez una vía que presente varios semáforos.

La desventaja en este sentido, es que la caja automática, a quienes les gusta manejar de forma más eficiente, le falta ese toque especial.

Ya que la misma deja afuera la exigencia que se le puede pedir a un automóvil en determinados momentos, como por ejemplo, una aceleración más rápida.

Si anteriormente no has manejado un vehículo con caja automática, te recomendamos que lo hagas de forma paulatina, ya que no contarás con embrague.

Si te ha quedado algún reflejo de utilizar la pierna izquierda, tenderas a usarla presionando el freno provocando detención del auto de forma brusca.

A la hora de estacionar un vehículo con transmisión automática deberás reaprender la forma de hacerlo, debido a que debes tener otro dominio del volante y del automóvil.

Ahora todo queda en los gustos del conductor. Si prefiere un conducción más tranquila y monótona o en cambio una conducción que necesita un más de aporte por parte del conductor.