Belgrano, ¿y ahora qué?

Consumado el doloroso descenso, debe encarar el operativo retorno lo más rápido posible. Armando Pérez, la oposición, Luifa Artime y otros actores.

El descenso es cosa juzgada. La misión es reconstruir lo fundamental en el proyecto de un Belgrano de Primera.
El descenso es cosa juzgada. La misión es reconstruir lo fundamental en el proyecto de un Belgrano de Primera.

El descenso de Belgrano duele en las visceras de Alberdi, aunque desde hace un tiempo se venía masticando. Y para muchos, al ser ineludible, lo mejor era apuntar a recuperar lo más rápido posible la categoría.

La debable deportiva golpeó con dureza al oficialismo que encarna Jorge Francheschi, uno de los blancos principales de los cuestionamientos. Y también Armando Pérez, más allá de su alejamiento aparente.

Pérez no asistió al Gigante en el último partido, ante Godoy Cruz. Pero está y estuvo, en decisiones controvertidas como contratar a Lucas Bernardi como DT. Y estará, porque su intención es postularse para las elecciones en 2020.

Hasta se habla de que seduciría de nuevo a socios e hinchas con el intento de repatriar a Ricardo Zielinski, su gran acierto deportivo y con quien inició el ambicioso proyecto de 10 años ininterrumpidos en Primera. Objetivo que no se cumplió.

Franceschi no lo acompañará esta vez, despues de 14 años juntos, como tampoco un fiel lugarteniente de otras épocas como Abraham Rufail, ex vice presidente y ahora marginado de las decisiciones trascendentes.

También quedará disuelta la Secretaría Técnica, en la que Juan Carlos Olave ya había presentado la renuncia. Confirmado por Franceschi.

Ni Gastón Turus, por ser además candidato a concejal en Colonia Caroya, y seguramente tampoco el PF Hernán Castex (hombre de confianza de Franceschi) y Fabio Talarico, de inentendible designación.

Franceschi mantendría la intención de seguir en el cargo hasta cumplir su mandato. El 29 de abril será la Asamblea de socios y más allá del orden del día para tratar el balance del ejercicio 2018, el clima será agitado.

Y lo acompañarían los tres vice: Sergio Villella, Ramón De la Rúa y Juan Colomé. Al margen de las diferencias, pretenden terminar el mandato.

Con esa fórmula, denominada Nuevo Resurgir, el oficialismo se impuso en las elecciones con el 80 por ciento de los votos. Primeras elecciones en el club después de 20 años.

Un elección histórica y aplastante, la del 2017. Con Pérez impulsando a Franceschi y los vice Villella, Ramón de La Rúa y Juan Colomé. El escenario cambia por completo.
Un elección histórica y aplastante, la del 2017. Con Pérez impulsando a Franceschi y los vice Villella, Ramón de La Rúa y Juan Colomé. El escenario cambia por completo.

Ahora bien, los tres pertenecen al sector Amas Belgrano, cuya tensión con el "Perismo" por momentos pareció insostenible y más de una vez se colocaron al borde de la fractura.

Para la próxima elección armarían su propia lista y en la búsqueda de un candidato ​fuerte las miradas apuntan a Luis Fabián Artime.

El Luifa hasta aquí prefirió no involucrarse en la arena politica, aunque no es ajeno a lo que ocurre en el club en el que es ídolo y es conocida su disidencia con Pérez. Sus caminos nunca se cruzaron.​

Pera Artime también mantiene contacto con Santiago Montoya, y el ex candidato a presidente en 2017 le ofreció fomar una fórmula. Incluso declinaría el cargo principal para que la encabece el Luifa.​

Este armado contaría con el apoyo de Antonio Mariano, propietario de la cadena de supermercados Mariano Max.

También van asomando algunos otros movimientos, como el que procura direccionar Godofredo Federico Lazcano Colodrero, el socio que demandó a la actual dirigencia en 2017 por un faltante en los ingresos del pase de Emiliano Rigoni al Zenit de Rusia.

Todos estos grupos, en principio, no quieren adelantamiento de las elecciones. Y en el caso de Montoya, la idea es quedarse con el manejo del fútbol y terciarizar otras áreas del club: predio social, casona, tiendas, etc...

Belgrano cuenta hoy con 300 empleados y se instaló la inquietud por sus puestos de trabajo, a raíz del descenso y de la disminución de ingresos económicos que representa.

Entre las más afectadas aparece la estructura de Divisiones Inferiores, en la que Belgrano obtuvo los títulos en Cuarta y Quinta división en 2018. Y con el descenso el año próximo no podrán seguir participando en Superliga.

Sin embargo, no todo es ocuridad. El club se muestra sólido en sus pilares, no atravieza un ahogo económico y cuenta con el respaldo oro de un público que lo acompañó hasta el final y se fue sin causar desmanes, con gran madurez.

El equipo no pudo pero la gente, repletando el Gigante y con un comportamiento ejemplar, sigue siendo de Primera.
El equipo no pudo pero la gente, repletando el Gigante y con un comportamiento ejemplar, sigue siendo de Primera.

El descenso es un puñetazo al mentón. Y Belgrano ni siquiera puede concederse la licencia de quedar mucho tiempo groggy.

La Copa de la Superliga está a la vuelta de la esquina, el sábado 13 de abriel el rival será Lanús. Y también competirá en Copa Argentina con Deportivo Riestra. Este lunes, Franceschi confirmará si con Diego Osella todavía como entrenador.

Y cuanto antes, enfocarse en la B Nacional que arranca en agosto y con una meta que no tolerará demoras: recuperar el lugar en Primera.