Córdoba destinó 7.028 millones de pesos a la lucha contra el Coronavirus

El monto total invertido por el Estado provincial representa casi el 55% de lo que recaudó el Impuesto Inmobiliario.

Aumentan los testeos por el temor que genera la segunda ola.
Aumentan los testeos por el temor que genera la segunda ola. Foto: Telam

La crisis sanitaria por la pandemia del Coronavirus provocó, entre otras cosas, un cambio de prioridades en los gobiernos de todo el mundo. Una de las principales medidas que debieron asumir fue una importante inversión económica al sector sanitario, y la provincia de Córdoba no fue la excepción.

Según los últimos datos publicados por el Gobierno de Córdoba, la provincia invirtió 7.028 millones de pesos, para afrontar el Coronavirus. Este es el costo fiscal directo al que hizo frente el Estado provincial. A esto, hay que sumarle el impacto indirecto relacionado con múltiples factores, desde la caída de ingresos propios y en concepto de coparticipación, hasta por la paralización de inversiones públicas y privadas.

Para tener una dimensión, los poco más de siete mil millones representan casi dos veces la recaudación del año pasado del Impuesto a los Automotores o el 55 por ciento de lo que ingresó por el Inmobiliario.

En el detalle publicado por la Provincia, el grueso del “gasto Covid” en 2020 se concentró en el “Fondo para atención del estado de alerta, prevención y acción sanitaria por enfermedades epidemicas”. Allí se destinaron 4.569,5 millones de pesos.

Este fondo abarca todo el gasto extra realizado desde el Ministerio de Salud producto de la pandemia: medicamentos, los descartables, el material para cirugías y curaciones, insumos para hemoterapia, insumos para laboratorio (reactivos), oxígeno, productos de limpieza, equipos sanitarios y de laboratorio, ambulancias y unidades móviles, entre otros.

El segundo ítem más importante fue el gasto en agentes de la salud contratados por la emergencia, para lo cual se destinó en 2020 un gasto de 1.550,6 millones. Allí está incluido todo el personal adicional reclutado, como becarios, monotributistas y otros servicios profesionales.

El bono adicional para las fuerzas de seguridad provincial (Policía, Servicio Penitenciario y Fuerza Policial Antinarcotráfico) demandó una erogación de 491 millones; y las ayudas económicas por actividades restringidas y por situación de vulnerabilidad, otros 371 millones. Entre estas ayudas, el detalle de la Provincia indica que se consideran las otorgadas a los bares, gimnasios, guarderías, jardines maternales, servicios de transporte, entre otras actividades.

Otros gastos estuvieron relacionados con las medidas de higiene y seguridad dentro de la administración pública, como alcohol, máscaras, barbijos, termómetros, guantes y para los operativos Covid-19. También la compra de insumos, el alquiler de vallas, la instalación de carpas y los traslados.

Igualmente todo lo que tuvo que ver con las medidas de prevención, como cartelería y folletos, y con el acondicionamiento de lugares de atención al público y para las oficinas que siguieron con trabajo presencial.

Finanzas en 2020

El resumen de gastos directos del combate a la pandemia forma parte de la cuenta de inversión del 2020. Allí se advierte que la Provincia apeló a ajustar fuertemente los gastos corrientes (salarios) y los de capital (obras públicas) para lograr que los ingresos alcanzaran para compensar los gastos.

Así es, con un retroceso real del 3,7 por ciento en los ingresos corrientes, el Centro Cívico debió apelar al cierre de todas las canillas posibles para sostener casi en cero el ahorro primario. No lo logró, el resultado fue “rojo” en términos reales (perdió con la inflación). De todas formas, el 0,3 por ciento en negativo se puede considerar un buen número para un año que estaba condicionado por la fuerte crisis económica que venía del 2019, a la que se sumó la pandemia.

Uno de los gastos corrientes que ajustó fue el de los salarios públicos. En efecto, el gasto en personal pasó de 107,1 mil millones de pesos en 2019 a 140,9 mil millones en 2020, un incremento del 31,6 por ciento nominal. Esto, descontando la inflación, se traduce en un retroceso de 5,6 por ciento. Los 140,9 mil millones ejecutados en la partida de gasto en personal es, además, un 5,7 por ciento inferior al crédito presupuestario que tuvo vigente.

La partida para salarios ya había perdido frente a la inflación en 2019, cuando soportó una caída real del 7,7 por ciento.

Las erogaciones en el pago del personal es, por lejos, el gasto corriente más relevante de la Provincia. El año pasado, significó 51 de cada 100 pesos gastados.

El otro ítem importante de los gastos corrientes es el de las transferencias, que suponen el 35 por ciento del gasto total. El año pasado, el Centro Cívico redujo estos envíos en un 4,1 por ciento en relación con 2019, siempre restando la inflación.

En cuanto a obras públicas, la cuenta de inversión refleja que el gasto de capital cayó 17,1 por ciento en 2020, una vez descontada la inflación. La inversión real directa, en tanto, se redujo en un 40,5 por ciento en el cotejo interanual.