Inseguridad salvaje en Córdoba: ante los robos a los chicos en pleno Centro, padres crean sistema de “alarma”

Los alumnos de los colegios céntricos son asaltados a plena luz del día.

Padres de chicos asaltados en pleno Centro de Córdoba.
Padres de chicos asaltados en pleno Centro de Córdoba. Foto: Javier Sassi

La situación está fuera de control y hasta el Centro histórico de la ciudad de Córdoba es tierra liberada para los delincuentes que amenazan y roban a chicos de las escuelas primarias y secundarias, episodios que han motivado la creación de un sistema de “alarmas” ideado por los padres de los alumnos.

Los carteles en zona de Obispo Trejo y Duarte Quirós lo dicen todo: la delincuencia ha ganado las calles.
Los carteles en zona de Obispo Trejo y Duarte Quirós lo dicen todo: la delincuencia ha ganado las calles. Foto: Javier Sassi

Ocurre en la zona que tiene como principal referencia al Colegio Nacional de Monserrat, por las calles Duarte Quirós y Obispo Trejo, donde también hay establecimientos de la Universidad Católica y de la Universidad Nacional de Córdoba, en un área donde ahora se aprecian carteles que llaman a ser solidarios y atender a los más chicos.

“Si escuchás sonar una alarma es porque hay un niño en peligro y necesita auxilio inmediato”, reza uno de los letreros que los angustiados padres han pegado en postes y muros de esas calles que han marcado por siglos el perfil estudiantil de la ciudad, con la alegría de los niños y la bohemia de los universitarios.

Hoy, como una postal de una Córdoba en decadencia, los malvivientes han roto todos los códigos mínimos de convivencia y exhiben una degradación moral que no parece tener límites, mientras los sufridos cordobeses están entregados a la suerte.

Los padres de chicos asaltados apelaron a dispositivos de alarma.
Los padres de chicos asaltados apelaron a dispositivos de alarma. Foto: Javier Sass

Desde las calles, el periodista cordobés Javier Sassi es quién se ha detenido en su recorrida cotidiana y con ojo de buen observador ha recogido esta historia, para compartirla a través de Twitter, contando que además de los carteles, los padres han recurrido a unos dispositivos de alarma para que los chicos tengan algo para defenderse.