La Iglesia de Córdoba defiende a los jubilados: “Son personas esenciales, no descartables”

La Pastoral Social se opone a que el Congreso reforme la ley jubilatoria y habla del “ajuste de 2021”.

Los jubilados, tema de preocupación para la Iglesia de Córdoba.
Los jubilados, tema de preocupación para la Iglesia de Córdoba. Foto: Orlando Pelichotti

Tomando nuevamente una clara acción en el campo de la política, la Iglesia de Córdoba sale esta vez en defensa de los jubilados y pensionados, con un firme comunicado dirigido a senadores y diputados, a los que les lanza la pregunta “¿otra vez con los jubilados?”, al tiempo que les recuerda que los mayores son “personas esenciales, no descartables”, señalan las autoridades religiosas.

Por medio de un texto que no presenta ambigüedades, la iglesia Católica en Córdoba critica el tratamiento de una reforma a la ley jubilatoria y hace un llamado “a la reflexión” de legisladores y clase política en general.

“Ante el inminente tratamiento en el Congreso de la Nación, de la modificación de la ley previsional que repercutirá en la situación de todos los jubilados y pensionados nacionales, queremos llamar a la reflexión a los diputados y senadores nacionales para que eviten poner, nuevamente, sobre las espaldas de los adultos mayores el peso del ajuste que se desarrollará durante el 2021”, sentencian.

Seguidamente, la Pastoral subraya que “sabemos que desde hace décadas los ajustes siempre recaen, de una u otra forma, sobre los jubilados y pensionados nacionales, el sector socioeconómico más perjudicado y más vulnerable junto con la infancia”, advierten y completan con una amonestación: “ellos se deben ver resguardados por el Estado; aún más, deben descansar en su protección”, indicaron.

Sin concesiones, el texto resalta las muchas dificultades que ya han atravesado los adultos mayores en este 2020: “este tiempo inédito, adverso y complejo encierra para ellos un ‘plus de dificultad’ ya que forman parte del grupo de riesgo frente a la amenaza del Covid- 19. Sufren la soledad, el aislamiento, están limitados en el encuentro con sus seres queridos. Muchos tienen miedo de terminar sus días en un hospital. ¿No estamos viendo esta realidad de sufrimiento y dolor?”.

Ya en el final, la Iglesia da otro veredicto contundente y expresa “a veces parecemos un país ensañado con los jubilados. ¡Es sabido por todos cuánto padecen para vivir lo cotidiano! Constatamos la burocracia que soportan ante la necesidad para conseguir medicamentos, hacer trámites virtualmente, cuántas idas y vueltas tienen que hacer para conseguir lo indispensable. ¡Qué triste es que tratemos a los jubilados de esta manera! ¿Tan insensibles somos para no darnos cuenta de lo que viven a diario?”, rematan.