El Parque Iguazú tiene un Sitio de la Memoria

La familia Hoppe fue reconocida como parte de la historia del área protegida, además reclamaron justicia por Juan Manuel Corral, quien continúa desaparecido desde 1978.

El Parque Iguazú tiene un Sitio de la Memoria.
El Parque Iguazú tiene un Sitio de la Memoria. Foto: Norma Devechi

En la mañana de ayer, autoridades municipales y del Parque Nacional Iguazú, identificaron un Sito de la Memoria dentro del área protegida, donde se cometieron crímenes de lesa humanidad durante el terrorismo de Estado.

En el emotivo acto, concurrieron los hijos de Juan Hoppe y una hija de Juan Manuel Corral, ambas víctimas de la dictadura cívico militar.

De esta forma la familia Hoppe fue reconocida como parte de la historia del área protegida y además reclamaron justicia por Juan Manuel Corral, quien aun continúa desaparecido.

Secuestro y desaparición

Testimonios incluidos en causas judiciales y en el Archivo Nacional de la Memoria dan cuenta de que, durante la madrugada del 21 de febrero de 1978 un grupo de aproximadamente veinte personas, vestidas de civil, irrumpieron en la hostería Hoppe y produjeron destrozos.

Esta hostería y camping estaba ubicada en el ingreso al Campamento Educativo Yaguareté, dentro del Parque Nacional, en cercanías al aeropuerto. La familia Hoppe vivía en el lugar, sus diez hijos nacieron dentro del Parque y vivían a pocos metros de las Cataratas.

En el camping se encontraban alojados turistas nacionales y extranjeros, que fueron arrastrados hacia el interior de la hostería. Permanecieron secuestrados junto al propietario, Juan Hoppe, su familia y las personas que se hospedaban.

Según los testimonios, aquella madrugada, los militares irrumpieron en vehículos Ford Falcon y en un ómnibus de la empresa local de turismo conocida como “Tucán”. Luego trasladaron a las personas secuestradas a las afueras de Posadas, donde sufrieron torturas.

Mientras, las hijas y los hijos de Hoppe, que eran menores de edad, quedaron en la hostería y pudieron identificar a quien conducía el micro en el que se llevaron a las personas secuestradas como un miembro de la Policía de Misiones.

Desde ese lugar fueron llevadas alrededor de diez personas durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983). Una de ellas aún continúa desaparecida, se trata de Juan Manuel Corral.

“Yo recuerdo que nos dijeron arriba las manos y yo no las levanté porque no eran los gendarmes que venían siempre a hacer los controles. Tenía 14 años, lo que recuerdo fue la violencia con la que entraron”, relato Guillermina Hoppe, una de las hijas que luchó para recuperar la historia de su familia.

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Desaparecido

El relato de los hechos indica que, a los quince días, todas las personas secuestradas en la hostería fueron liberadas, con excepción de Juan Manuel Corral, quien aún permanece desaparecido.

Un sobreviviente del centro clandestino de detención, tortura y exterminio “La Casita de los Mártires”, dependiente de la Policía de Misiones, testimonió haber compartido cautiverio -entre marzo y abril de 1978- con un hombre que había sido secuestrado en el Parque Nacional Iguazú.

“Después de mucha lucha por saber que paso con mi padre, supe, por parte de los hijos de Hoppe, que mi padre lo único que pedía era ser liberado para ver Argentina campeón del mundo, hago este paralelismo, porque han pasado tantos años y aun no sabemos qué pasó con mi padre”, manifestó Marina del Corral.

El Parque Iguazú tiene un Sitio de la Memoria.
El Parque Iguazú tiene un Sitio de la Memoria. Foto: Norma Devechi

“Quedamos como NN para la historia del Parque y de Iguazú”

Los datos indican que el 19 de septiembre de 1979, el propietario de la hostería y su familia fueron desalojados, y esta fue reducida a escombros. Solo se conservan vestigios de la construcción y los árboles frutales que Hoppe había plantado.

“Nos echaron, nos dejaron con la ropa puesta, mi padre mediante parientes buscó asilo en Paraguay donde vivió muchos años, nosotros quedamos como NN para la historia del Parque y de Iguazú, y éramos una familia importante. Nos hacíamos cargo del aeropuerto, atendíamos a los turistas y de un día para el otro nos dejaron sin nada” lamentó Guillermina.

“Es bueno que al fin reconozcan a mi padre y nos devuelvan la identidad a mi familia. Nadie jamás entenderá todo lo que sufrimos y lo duro que fue. Pero este es un gran paso, mi padre se merece el reconocimiento” expresó conmovida Guillermina Hoppe.

Fuente: El Territorio