Evacuaron parte del Tancredo Neves por un camión brasileño que ingresaba a Misiones derramando sustancias peligrosas

Ocurrió ayer lunes al mediodía, en la zona primaria aduanera en el puente internacional entre Puerto Iguazú y Foz (Brasil). Se trataba de Hidroxi Etil Metacrilato, un producto contaminante para el medio ambiente.

Evacuaron parte del Tancredo Neves por un camión brasileño que ingresaba a Misiones derramando sustancias peligrosas.
Evacuaron parte del Tancredo Neves por un camión brasileño que ingresaba a Misiones derramando sustancias peligrosas. Foto: Primera Edición

Ayer, alrededor de las 12:30 se detectó en la zona primaria aduanera (de cargas) en el puente Tancredo Neves, que une a Puerto Iguazú y Foz (Brasil), una fuga involuntaria de un producto altamente contaminante, de un camión brasileño que ingresaba a Misiones.

Por ello, una dotación de bomberos voluntarios de Iguazú inmediatamente se dirigió al lugar y allí confirmó que un camión de una empresa brasileña que estaba por entrar a Argentina sufría una pérdida en un tambor plástico de 200 litros cargado de Hidroxi Etil Metacrilato, un producto contaminante para el medio ambiente.

Además, por protocolo, se realizó una aislación de 50 metros a la redonda y una evacuación de 300 metros a la redonda, ya que el vehículo transportaba otros materiales peligrosos.

En total, el camión transportaba, 6.000 kilos de Hidroxi Etil Metacrilato, 5.760 kilos de resina y 2.268 kilos de alquitrán. Posteriormente se solicitó a Obras Públicas de la Municipalidad una retroexcavadora para hacer un dique de tierra y contener el derrame.

Asimismo se solicitó la colaboración de los Bomberos Militares de Foz de Iguazú, que cuentan con los equipos adecuados para este tipo de intervenciones y fueron quienes finalmente procedieron a sacar el tambor con la filtración, producto de una perforación en un lateral que provocó la pérdida de un 90% de su contenido.

La zona quedó inutilizada y a resguardo de Gendarmería Nacional hasta tanto se efectuó la descontaminación.

Fuente: Primera Edición