Día Nacional del Libro: por qué Argentina lo celebra cada 15 de junio

A raíz de un evento realizado en 1908, en esta fecha se conmemora la riqueza de los libros en nuestro país, cuna de algunos de los más grandes escritores de la historia.

El país celebra la riqueza de los libros.
El país celebra la riqueza de los libros. Foto: Ignacio Blanco

Cada 15 de junio, se conmemora el Día Nacional del Libro. Si bien a nivel internacional la celebración es el 23 de abril, en nuestro país se determinó esta fecha a raíz de un importante evento literario, que tuvo lugar en 1908.

Se trató de la entrega de premios y distinciones de un concurso literario organizado por el entonces Consejo Nacional de Mujeres de la República Argentina. A partir de entonces, la biblioteca del organismo constituyó esta celebración, pero en ese entonces con el nombre “Fiesta del Libro”.

Cada 15 de junio se celebra el Día Nacional de Libro. (Foto: Legislatura de Córdoba)
Cada 15 de junio se celebra el Día Nacional de Libro. (Foto: Legislatura de Córdoba)

En 1924, el Consejo Nacional de Mujeres consiguió que su proyecto sea instaurado por el presidente Marcelo Torcuato de Alvear Pacheco bajo el Decreto Nº 1038, a nivel nacional. Finalmente, en 1941 pasó a ser el Día Nacional del Libro, tal como lo conocemos hoy.

Vale recordar que la fecha de celebración del Día Internacional del Libro y el Día del Derecho de Autor -23 de abril- fue determinada por la Unesco en 1995. El motivo fue el fallecimiento de tres grandes hitos de la literatura universal: Miguel de Cervantes (que murió el 22 de abril y fue enterrado el 23), William Shakespeare y el inca Garcilaso de la Vega, todos en 1616.

En 2011, Buenos Aires fue nombrada como la Capital Mundial del Libro.
En 2011, Buenos Aires fue nombrada como la Capital Mundial del Libro. Foto: Ignacio Blanco

La historia de la literatura en nuestro país es sumamente importante. Incluso, la Ciudad de Buenos Aires recibió una gran condecoración en 2011, ya que la Unesco, que año a año destaca a destino de todo el mundo, la designó como Capital Mundial del Libro gracias a “la calidad y variedad de acciones que promueven la actividad literaria” en una ciudad que “cultiva la lectura y la creación como una de sus principales actividades simbólicas”.