El sentido recuerdo del periodista Gustavo Tubio al cumplirse cinco años de la muerte de Débora Pérez Volpin

“No te olvido y pido justicia”, escribió en una carta quien fuera compañero de la fallecida periodista.

Débora Pérez Volpin (La Voz/Archivo).
Débora Pérez Volpin (La Voz/Archivo).

“Estoy convencido de que la partida física no es el final del alma humana. Ya Dios nos volverá a reunir, pero duele, vaya si duele, perder a los amigos”, comienza el texto que compartió el periodista Gustavo Tubio en conmemoración del quinto aniversario de la muerte de Débora Pérez Volpin.

“No nos conocíamos hasta que el nacimiento de TN, hace casi 30 años, nos unió. Empezamos a trabajar juntos primero como productores en distintas áreas. Tiempo después, cuando Débora paso a ser cronista, yo fui su productor de notas especiales para TN y Telenoche”, continúa.

Debora Pérez Volpin y Gustavo Tubio
Debora Pérez Volpin y Gustavo Tubio Foto: Instagram

Y contó: “En aquellos años ella empezó su noviazgo con el camarógrafo Marcelo Funes (padre de sus hijos Agustín y Luna) y aquella amistad fue creciendo. Débora era hija de una familia mixta en creencias, por un lado cristiana y por el otro, judía. Por eso cuando ella y Marcelo se casaron yo fui el designado en cinco segundos para salir volando a la iglesia a firmar como testigo un requerimiento que a Débora se le había olvidado completamente”.

También recordó que hicieron “muchas notas juntos” y que la vida les fue dando “hijos, alegrías, tristezas, cumpleaños, fiestas y despedidas”. “Cuando se convirtió en el ángel de los madrugadores en Arriba Argentinos nos empezamos a ver un poco menos porque yo soy más de la tarde-noche. Pero nunca dejamos de vernos, hablarnos o mensajearnos”, recordó.

Acerca del salto a la política que dio la peridista, dijo: “Sabía que ese rol siempre le interesó y estaba convencido de que iba a dejar todo por la gente, para ayudar a los demás en todo lo que le fuera posible”.

El adiós y el pedido de Justicia

“Hace cinco años, como cualquier persona, Débora fue a hacerse un estudio de rutina, algo sencillo que cientos de personas se hacen todos los días, pero todo terminó de la peor manera y esa hermosa sonrisa se apagó. Débora no murió por un accidente. Ella fue víctima de una catarata de negligencias médicas, por parte del desastroso equipo que la atendió y por parte de la clínica donde se realizó ese estudio”, expresó Tubio.

Y sumó: “Desde ese día sus familiares, amigos y la sociedad en general exigimos justicia. Justicia no dévenganza, simplemente justicia para que quede el ejemplo y no haya otras Déboras, que mueran tan absurdamente”.

Débora Pérez Volpin (Foto: Instagram/enriquesacco)
Débora Pérez Volpin (Foto: Instagram/enriquesacco)

Asimismo, contó: “Más de una vez soñé con ella. En ese sueño yo viajaba al pasado y la encontraba entrando a la clínica junto a su mamá. En el sueño yo la tomaba del brazo y la subía a un taxi para que vaya derecho a su casa. Como todo sueño cuando desperté me di cuenta de eso no había pasado, que no pude hacer nada”.

Hoy prefiero recordar con esa sonrisa, rememorar el sonido de su risa encantadora. Recordar el día que me casé y ella fue, prácticamente, la maestra de ceremonia agarrando el micrófono para cargarme y hacerme bailar (cosa que hago muy mal). Ella estaba a punto de tener a su primer hijo pero bailó sin parar. Una noche hermosa e inolvidable”, recordó.

Por último señaló: “Esas son las cosas que uno extraña de los amigos, los buenos momentos, las carcajadas, la alegría compartida. Gracias amiga querida. Ya nos volveremos a abrazar, te llevo en el alma, no te olvido ni dejo de exigir justicia”.