A 21 años de la boda de Máxima y Guillermo de los Países Bajos: el día que una argentina pasó a ser princesa

El 2 de febrero de 2002, la economista se convirtió en parte de la nobleza europea. Cómo se dio la relación y qué pasó aquel día.

A 21 años de la boda de Máxima y Guillermo.
A 21 años de la boda de Máxima y Guillermo.

Máxima Zorreguieta se recibió de licenciada en Economía en la UCA (Universidad Católica Argentina), tras terminar sus estudios secundarios en el “Northlands School”. Más tarde hizo un máster en Nueva York. La suya era una vida sin sobresaltos, dentro de una familia de buen pasar, pero lejos, muy lejos de la nobleza. Sin embargo, el tiempo pasó y la encuentra hoy siendo reina de los Países Bajos.

Ese capítulo de su historia comenzó cuando una amiga la invitó en abril de 1999 a Sevilla, donde conoció al Príncipe de Orange, Guillermo Alejandro, heredero al trono de los Países Bajos. Guillermo tenía cuatro años más que Máxima y quedó deslumbrado por la argentina, con quien comenzó enseguida un intenso romance. Su madre, la reina Beatriz, la conoció al poco tiempo y fue bienvenida a la familia.

La boda fue el 2 de febrero de 2002. Foto: AP
La boda fue el 2 de febrero de 2002. Foto: AP Foto: AP

En menos de dos años la pareja se comprometió, en medio de un acto protocolar pero que es considerado muy importante por las monarquías. Además, Máxima se convirtió en ciudadana neerlandesa cuando cumplió 30 años, el 17 de mayo de 2001.

Meses después, el Parlamento de Países Bajos aprobó el matrimonio, aun con las diferencias religiosas: ella es católica y él, protestante. Finalmente, la boda se concretó el 2 de febrero de 2002, en la Iglesia Nieuwe Kerk de Ámsterdam y de la que participó el sacerdote argentino, Rafael Braun, quien bendijo a los novios en nombre de la religión de la nueva princesa.

Solo hubo un asunto que opacó la celebración para Máxima: la ausencia de su padre, Jorge Zorreguieta. El hombre había sido subsecretario de Agricultura de la Nación entre 1976 y 1979 y, posteriormente, secretario de Agricultura y Ganadería hasta 1981. Es decir, había oficiado de funcionario civil de la dictadura militar durante la presidencia de Jorge Rafael Videla.

Antes de aceptar que se avance con la boda, el Parlamento neerlandés pidió un informe respecto de la situación de Zorreguieta padre. La investigación concluyó en que “era imposible que ignorase las violaciones a los derechos humanos” que hubo cuando él fue parte del Gobierno de facto.

Finalmente, se decidió que el casamiento se concrete sin la presencia del padre de la futura princesa, quien debió quedarse en Londres. Ante esa situación, Máxima quiso que la canción preferida de su padre, “Adiós Nonino” de Ástor Piazzolla, sonara en vivo mientras ella estaba frente al altar. También lamentó públicamente que su padre “trabajase con tanto esfuerzo para las personas equivocadas”.

La mirada del mundo sobre Máxima

Los cuestionamientos sobre Máxima no impidieron que ganara popularidad: al momento de su casamiento con el príncipe Guillermo contaba con el 97% de imagen positiva.

Su vestido de novia fue de color marfil, con cola de cinco metros, confeccionado por el famoso modisto italiano Valentino. Las joyas que usó fueron una diadema de la Casa de los Orange, una pulsera de brillantes y aros de diamantes (los mismos que llevó puesto su suegra en su boda en 1966).

Enamorados y felices, Máxima Zorreguieta y Guillermo Alejandro de los Países Bajos.
Enamorados y felices, Máxima Zorreguieta y Guillermo Alejandro de los Países Bajos.

Entre los invitados estuvieron los miembros de la realeza europea, asiática y la de Medio Oriente. Sorprendió, por otro lado, la presencia del sudafricano Nelson Mandela. La monarquía neerlandesa fue una de las que más presionó al gobierno de Sudáfrica para que Mandela fuese liberado. Guillermo había estado en la asunción de “Madiba” y le pidió al príncipe que cuando se case, lo invite a su boda.

El casamiento se realizó en invierno porque la salud de Klaus, el padre de Guillermo, estaba muy deteriorada. De hecho, falleció en octubre de ese año.

La familia real de Máxima Zorreguieta
La familia real de Máxima Zorreguieta

La princesa tuvo en apenas algunos años tres hijas: Catalina Amalia, que nació en diciembre de 2003 (heredera al trono de su padre), Alexia, en junio de 2005; y Ariane, en 2007. Las tres vieron a sus padres convertirse en reyes en 2013, cuando tras abdicar su abuela Beatriz, Guillermo se convirtió en el rey de los Países Bajos y así fue que Máxima dejó de ser la princesa para ser la reina consorte.