VGM destina su pensión de guerra a proyecto escolar en Ushuaia

El VGM Carlos Sánchez Posleman, no percibía su pensión de guerra. Luego de la insistencia de sus compañeros accedió a la gestión para cobrarla, pero con la condición de que el dinero sea destinado a una obra de bien social.

VGM Carlos Abel Sánchez Posleman
VGM Carlos Abel Sánchez Posleman Foto: web

Carlos Sánchez Posleman es un reconocido doctor y dueño de una clínica de la ciudad de Ushuaia, pero pocos conocen acerca de su participación en la guerra de 1982. Es por eso que la publicación del boletín oficial, donde se decretó que se le otorgara la pensión de guerra de la provincia de Tierra del Fuego, de acuerdo a la Ley Provincial N° 407 y modificatorias, causó sorpresa.

A través del Decreto 1044/22 se otorgó la pensión de guerra al VGM Sánchez Posleman.
A través del Decreto 1044/22 se otorgó la pensión de guerra al VGM Sánchez Posleman. Foto: web

Muchas voces se pronunciaron prejuiciosamente en contra del derecho que tiene el VGM Sánchez Posleman. Desde redes sociales y blogs clandestinos, las palabras de los ignorantes ‘odiadores seriales’, no callaron. Muchas opiniones se emitieron en detrimento de la figura del doctor, desconociendo, no solo el marco legal en torno a los Veteranos de Guerra y Excombatientes, sino que también desconociendo su participación en el conflicto.

Aunque muchos juzgaron esta situación, el doctor accedió a cobrar la pensión solo si esta fuera destinada a una obra de bien social. Así fue que luego de gestionar, este mes recién cobró el dinero y lo entregó para mejoras en la escuela provincial Nº 48 “Mujeres Veteranas de Guerra de Malvinas”, la cual cuenta con un amplio patio que será transformado en un gimnasio cubierto y tendrá los elementos necesarios para que los alumnos puedan realizar las actividades físicas de manera segura. Además, existen los proyectos de capacitación para profesores y mejorar la conectividad de internet.

Escuela N° 48 de la ciudad de Ushuaia.
Escuela N° 48 de la ciudad de Ushuaia. Foto: web

Aunque recién este es el primer mes que cobra la pensión, el proyecto ya venía desde hace un tiempo, pero su convicción de ‘hacer en silencio’, lo llevó a no publicarlo mediáticamente. Ante la reacción de muchas personas que criticaron el ejercicio de su derecho, con el cobro de la pensión, decidió contar en qué destinaría ese dinero.

Su participación en la Guerra de Malvinas

Siendo un joven de 22 años, médico residente en el Hospital Naval Pedro Mallo, voluntariamente pidió ser parte del contingente desplegado en la guerra y así fue que lo destinaron como parte de la dotación de buque hospital.

Al momento, solo estaba designado como buque hospital, el Buque Polar A.R.A “Bahía Paraíso”, pero luego del hundimiento del Crucero A.R.A “General Belgrano”, también se designó al Rompehielos A.R.A “Almirante Irizar” como buque hospital y fue allí donde el joven médico se embarcó rumbo al Sur. Esa decisión la tomó, entre otras cosas, porque cuando tuvo que cumplir el servicio militar, había pedido prórroga para finalizar sus estudios de medicina. Sentía que debía cumplir con la Patria, en honor al otorgamiento de esa prórroga y poniendo en servicio su profesión.

Buque Polar A.R.A “Bahía Paraíso”, configurado a modo Hospital. Se le agregaron 6 cruces rojas y desalojaron camarotes para convertirlos en salas de recuperación de traumatología.
Buque Polar A.R.A “Bahía Paraíso”, configurado a modo Hospital. Se le agregaron 6 cruces rojas y desalojaron camarotes para convertirlos en salas de recuperación de traumatología.

Por su carácter profesional, de ser médico, la Armada Argentina le otorgó la jerarquía de Teniente de Corbeta (segunda jerarquía del cuadro de oficiales de marina). Una de sus funciones fue hacer aeroevacuaciones médicas de heridos, con helicópteros, entre el Irizar y Puerto Argentino. Luego, con el cese del fuego, continuaron con heridos y soldados en general.

Las situaciones vividas en Malvinas, en las cubiertas del Buque Hospital, las diferencias entre los jerárquicos militares de alto rango, el regreso a Ushuaia, el trato que recibieron los soldados argentinos (por parte de las Fuerzas y la Sociedad) y la falta de reconocimiento a los soldados conscriptos produjeron un entristecimiento en el alma de aquel joven médico. “Fue todo fuertísimo. Por muchos años no pude hablar del tema”, relató en una radio local.

El Irizar cumplió un rol protagónico en la guerra y al momento del repliegue de tropas. Muchos soldados, heridos y no heridos físicamente, volvieron en él.
El Irizar cumplió un rol protagónico en la guerra y al momento del repliegue de tropas. Muchos soldados, heridos y no heridos físicamente, volvieron en él.

También, a modo de reflexión y llamando a la empatía de sus detractores, el VGM Sánchez Posleman dijo “tengo el derecho. Hay una ley y soy Excombatiente. Por más que tenga una situación económica que me permita vivir bien, tengo un derecho y no veo por qué hay gente con la potestad de decir que yo no puedo usar un derecho que me corresponde”.