Tras ocho meses de luchar contra el Covid-19, volvió a su casa y sus vecinos lo recibieron con emoción

Después de haber permanecido internado durante ocho meses por Covid-19, un hombre pudo volver a su casa, donde celebraron su recuperación.

Un hombre estuvo internado durante ocho meses por Covid-19 y sus vecinos lo recibieron con una emotiva bienvenida.
Un hombre estuvo internado durante ocho meses por Covid-19 y sus vecinos lo recibieron con una emotiva bienvenida. Foto: LM Neuquén

En junio del año pasado, Gabriel Valenzuela de 44 años, contrajo Covid-19 y fue internado en el Hospital de Cipolletti, donde luchó contra el virus hasta hace algunos días atrás.

“Fueron siete meses y 20 días, exactamente”, recordó el cipoleño, en diálogo con “LM Neuquén”.

En ese momento, Gabriel venía de enfrentar el duelo por la muerte de su padre, quien murió en mayo por Coronavirus.

Durante los primeros cinco meses de internación, el virus le afectó los pulmones y el funcionamiento de los riñones. A medida que pasaban los días, al hombre se le dificultaba comer, hablar e incluso necesitó asistencia respiratoria.

En octubre, el cipoleño fue trasladado a una clínica y el parte comenzó a ser un poco más alentador. “Dejé de usar oxígeno. Pude empezar a hablar y a comer. A los 10 días había dejado de usar pañales y al mes y medio di mis primeros pasos. Gracias a Dios, hoy estoy en un 90 porciento recuperado y me puedo desempeñar por mi cuenta”, relató.

Gabriel obtuvo el alta y volvió a su casa junto a su familia.
Gabriel obtuvo el alta y volvió a su casa junto a su familia. Foto: LM Neuquén

Y agregó: “Fueron cinco meses de agonía, sin probar un alimento. Todo pinchado. Ya no me encontraban una vena”.

Este viernes, Gabriel fue dado de alta, pero aún así deberá continuar con medicaciones y sesiones de rehabilitación. “Le pedí a Dios que me dé una oportunidad por mis hijos, una adolescente de 15 años y un nene de 12, y mi madre; y lo logré”, expresó.

Después de casi ocho meses, el hombre volvió a su casa junto a su familia. “Pasamos a comprar carne al Coto porque hacía ocho meses que no comía un asado, y al llegar al barrio me dieron una hermosa bienvenida. Yo lo que más extrañaba era estar con la familia, con todos los afectos que uno necesita y lo alimentan”, contó emocionado.