Tras la declaración de Máximo Thomsen, en qué se basa la estrategia de la defensa de los rugbiers que mataron a Fernando

Los primeros quiebres en el pacto de silencio, pueden tener el objetivo de cambiar la pena que le podría dar el Tribunal de Dolores. A qué delito apunta Tomei y cuántos años tiene de prisión.

La defensa de los rugbiers. Hugo Tomei junto a Emilia Pertossi, hermana de dos de los imputados. (El Destape)
La defensa de los rugbiers. Hugo Tomei junto a Emilia Pertossi, hermana de dos de los imputados. (El Destape)

Durante casi tres años desde que ocurrió el crimen de Fernando Báez Sosa, los ocho rugbiers que estuvieron en prisión no hablaron. Decidieron aceptar la estrategia de la defensa para mantener un pacto de silencio, que en apenas tres semana del juicio ya se rompió y tuvo una palabra clave como la de Máximo Thomsen.

Después de la declaración de la mamá, el rugbier más complicado, al que todas las imágenes lo tienen como el principal agresor, podría estar buscando que el Tribunal de Dolores apunte a otro delito y no con la estrategia que viene llevándolo a cabo Fernando Burlando.

Fernando Burlando junto a Fabián Améndola y los fiscales del caso - Foto Clarín
Fernando Burlando junto a Fabián Améndola y los fiscales del caso - Foto Clarín

Hasta el momento, los ocho acusados están imputados por el delito de “homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”. Este tipo de delito tiene una pena de “reclusión perpetua o prisión perpetua”.

Este tipo de delito, al que apunta la defensa de los papás de Fernando Báez Sosa, es que “no se trata de una meraconcurrencia, sino de un acuerdo para ejecutar el delito”, es decir, que apuntan a probar la planificación del ataque.

En la declaración de Thomsen, se pueden encontrar los primeros focos para cambiar este maro del delito y llevarlo para otro foco. Cuando el joven de 23 años habla de que “me pegan una piña en la cara y reacciono tirando patadas” a lo que agregó que “nunca con intención de matar a nadie”.

Máximo Thomsen (izquierda), cada vez más complicado por matar a Fernando Báez Sosa.
Máximo Thomsen (izquierda), cada vez más complicado por matar a Fernando Báez Sosa.

El imputado también refirió en varias oportunidades que habían tomado alcohol, que no recordaba bien todo por la cantidad de bebidas que habían consumido esa noche en Villa Gesell.

Entonces, lo que creen cerca del seno de Burlando como de la fiscalía de Dolores es que los rugbiers intentan cambiar el foco para obtener una pena menor y sabiendo que pueden demostrar que no hubo un “arreglo” previo a matar a Fernando Báez Sosa.

Qué es el Homicidio en Riña, el delito al que apunta la defensa de Tomei

Se trata de un delito que “se concreta cuando se pone fin a la vida de una persona y en el hecho intervienen más de dos personas, pero resulta imposible determinar quién provocó la muerte”, de acuerdo a lo que señala el artículo 95 del Código Penal.

En el caso de Fernando, por el momento no se pudo determinar cuál fue el golpe mortal por lo que la estrategia de la defensa podría apuntar a que esto se mantenga así y lograr que el Tribunal acceda a este delito.

Dolores. Los rugbiers acusados del crimen de Fernando Báez Sosa sin barbijo (Clarín)
Dolores. Los rugbiers acusados del crimen de Fernando Báez Sosa sin barbijo (Clarín) Foto: (Clarín).

De hecho, “se tendrá por autores a todos los que ejercieron violencia sobre la persona del ofendido y se aplicará reclusión o prisión de dos a seis años en caso de muerte”.

Cómo le podrían dar prisión perpetua a los rugbiers

La estrategia que plantea la defensa de Fernando Burlando, es que los rugbiers tuvieron la intención de matar. Es decir, que no es un delito culposo en el asesinato de Fernando, donde se pone fin a la vida de una persona sin intención de hacerlo pero a causa de imprudencia, negligencia, o impericia del autor se concreta.

Para tener la máxima condena, se apunta al artículo 80 del Código Penal donde señala que “se impondrá reclusión perpetua o prisión perpetua, pudiendo aplicarse lo dispuesto en el artículo 52, al que matare con ensañamiento, alevosía, veneno u otro procedimiento insidioso” y con “el concurso premeditado de dos o más personas”.