La casera de la vícima del femicida dijo que intentó salvarla

La encargada del inquilitano donde fue degollada Antonella Rocío Bernhardt, de 25 años, la recordó como "una dulzura de guaina". También dijo que hizo lo posible por salvarla, pero no pudo. "El asesino salió como si nada", agregó Viviana González, quien con su marido Mazacote dirige el alojamiento estudiantil y para personas solteras.

"Hice todo lo que pude para salvarle a Antonella, pero me fue imposible" manifestó. Luego que el presunto asesino partió raudo por la escalera, entró a la habitación y halló a la muerta a la chica. La joven obereña se graduó de técnica en Hotelería y Turismo y actualmente trabajaba en el Catamarán que realiza paseos por el río Paraná frente a Posadas.

Viviana no se imaginó lo peor, pero ante los gritos y las agresiones de Cristian Vargas, el sospechoso, acudió al cuarto de Antonella.

Le pidió a una ayudante que grabara la escena. El asesino intentó primero huir por la ventana, luego abrió la puerta y salió fingiendo naturalidad. Simuló, inclusive, un terrorífico diálogo con Antonella que ya estaba muerta en el piso de su habitación.

Todo quedó filmado. Pocas veces se cuenta con un testimonio de cámara tan claro, que muestra casi el crimen in fraganti. Lo interceptó con valentía a Vargas, le exigió las llaves que se llevaba, mientras este huía, y al ingresar halló sin vida a Antonella en el interior del departamento 1° C del edificio de la calle Comandante Miño.

"Me avisaron los inquilinos que en la pieza de Antonella estaban gritando, ahí yo subo corriendo y empiezo a llamarla y pedirle que salga, quería verla, pero ya la había matado", relató la dueña del edificio.

Vargas demostró sangre fría y poder de manipulación, pues una vez afuera fingió dialogar con su víctima que ya estaba muerta, con la garganta rota a cuchilladas.

"Yo le dije a mi compañerita, filmale porque el ojo de este hombre está rojo y está loco, yo le llamaba a Antonella pidiéndole que abriera la puerta, pero ella no respondía", agregó Viviana.

Viviana tuvo el coraje de arrancarle las llaves de la mano y gracias a los datos aportados por los testigos, Vargas fue detenido y puesto a disposición del juez de Instrucción N° 3 Fernando Verón y el Fiscal de turno.