Declararon dos de los cuatro imputados por prostituir y abusar de dos niñas en Punta Alta

Se trata del padre y un amigo de este, quienes brindaron su testimonio ante la fiscal Marina Lara. La abuela y el tío de las víctimas se negaron a declarar. “En su declaración, el padre dijo que no habían existido los hechos que se le imputaban y manifestó que esta imputación la hacían porque él había sido un padre que no demostraba cariño hacia ellas”, comentó Lara.

Abuso sexual infantil (Web)
Abuso sexual infantil (Web)

El padre de las dos niñas y un amigo de este prestaron declaración hoy ante la fiscal Marina Lara por la causa que se los acusa de drogar para prostituir a las menores en Punta Alta. Por su parte, la abuela y el tío de las víctimas se negaron a declarar.

Se trata de una investigación que lleva más de dos años y que en su origen estuvo a cargo de la división de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado de la Policía Bonaerense. Los hechos fueron entre 2011 (cuando las víctimas tenían 6 y 8 años) hasta 2014.

En el caso de la abuela, fue detenida en un domicilio puntaltense de calle Pueyrredón, aunque no se dan precisiones del lugar porque las víctimas eran muy pequeñas al momento de los hechos. Está bajo arresto domiciliario.

El militar detenido, en tanto, tenía destino en la Base Naval Puerto Belgrano. Los otros acusado son un tío (hermano del padre) y el padrino de una de las chicas.

Tal como publican los colegas de LaNueva, Lara contó que “declararon el padre de las víctimas y el amigo del padre que también está imputado y que tiene una relación de padrinazgo con una de las víctimas. Ambos dieron su versión de los hechos. Con respecto a la abuela y al tío de las menores ambos manifestaron que no iban a prestar declaración por el momento”.

“En su declaración, el padre dijo que no habían existido los hechos que se le imputaban y manifestó que esta imputación la hacían porque él había sido un padre que no demostraba cariño hacia ellas y en función de eso sus hijas habían contado lo que contaron. Luego, el amigo del padre señaló que las chicas habían declarado eso por haber sido inducidas por la madre, en función del divorcio que se estaba llevando adelante con el padre”, comentó la letrada.

La fiscal señaló que “es una causa que se inicia con una denuncia que indicaban abusos sexuales bastantes intensos que habrían padecido estas chicas siendo muy pequeñas y se comenzó con las medidas de pruebas para éstos casos: pericias psicológicas, declaraciones e informes de las psicólogas que las estaban atendiendo en ese momento y con las que se siguen atendiendo hasta el día de la fecha, declaraciones testimoniales de allegados a la familia, historias clínicas, las menores pasaron por una revisación médica ginecológica protocolar, en la cual se constató la existencia de lesiones en zonas genitales y finalmente se les recibió declaración”.

Estas chicas estaban muy afectadas al comienzo de la investigación, tenían un trauma psicológico grave e intenso que nos les permitía declarar en los términos que nosotros necesitábamos, entonces luego de un tiempo prudencial lo hicieron en Cámara Gessell, las escuchamos y en función de eso llegamos hasta acá”, agregó.

A su vez, sostuvo que “el delito de explotación sexual de las niñas surge desde el primer momento de la investigación, porque la mamá había alertado de cerca circunstancias que les habían contado las chicas y las menores en sus respectivas declaraciones hicieron hincapié en esta clase de delitos”.

Según dijo la fiscal las niñas pudieron salir recién de ese entorno familiar “cuando se hizo la denuncia, ya que ahí la mamá inmediatamente las retiró del domicilio de convivencia con el padre y se fueron a la casa de otro familiar”.

Y manifestó que “la madre también habría sido sedada con somníferos y estupefacientes y en esas circunstancias ha sido abusada por su propio marido y por su cuñado y esos actos sexuales han sido por las víctimas que fueron obligadas a presenciarlos y en cierto punto a participar de los mismos”.

“Éstos delitos que se están investigando habrían ocurrido entre el 2011 y el 2019, con lo cual el paso del tiempo conspira contra la obtención de pruebas. Pese a ello, hemos obtenido pruebas que podrían llegar a llevar las imputaciones que se han hecho, aunque concretamente listas de clientes o dinero no se encontraron”, detalló.

Y añadió que “la investigación va a continuar y esta es una etapa importante es las causas, pero claramente se va a tratar de llegar al fondo de la cuestión y que se hayan investigado y responsabilizado a todos aquellos que hayan tenido participación directa o indirecta en los hechos que se acusan”.

La abuela, el padre de las menores y su amigo están imputados de los delitos de promoción y explotación de la prostitución de menores de edad, agravados, suministro de estupefacientes, (“porque el medio, más allá de la amenazas, para doblegar la resistencia de las víctimas era suministrarles alguna especies de somnífero o estupefacientes que no se ha determinado”, explicó Lara), en concurso con con el delito de abuso sexual con acceso carnal en carácter de partícipes necesarios (“que es por haber permitido o propiciado que las niñas tuvieran abusos sexuales con personas mayores de edad”, añadió).

Además, el tío fue imputado por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual con acceso carnal reiterado.

“La imputación es para los tres la misma, lo que sí se sabe es que éstas tres personas mencionada anteriormente concertaban citas con personas mayores de edad, tanto en el domicilio que vivían con su abuela, en circunstancias que la madre no estaba, como  en otros domicilio que nos e han determinado. Lo que las nenas cuentan es que la abuela es la que manejaba el tema del dinero y las vestía de determinada manera para que estuvieran en condiciones de ser abusadas”, comentó Lara.

Al mismo tiempo, la fiscal sostuvo que “lo más importante en este momento, además de determinar las responsabilidades y llegar al fondo del asunto para investigar a los autores de los hechos, es importantísimo lograr que éstas dos adolescentes puedan tener una vida lo más normal posible. Gracias a la ayuda psicológica que han tenido, les ha permitido mejorar el estado en el que estaban al inicio de la investigación. Hoy se encuentran más fortalecidas y contenidas por psicólogos y por familiares, pero es importante destacar de respetar la intimidad y privacidad de éstas chicas”.

“Son chicas comunes y corrientes que quieren llevar adelante una vida normal y que se publiquen determinados datos que lleven a la identidad de ellas o de sus familiares les genera muchísima vergüenza y hay que ser cuidadoso con la información que se da”, agregó.

Finalmente, Lara contó que “tras un allanamiento en 2012, donde se llegó a la casa de la abuela y se buscó material de interés para la investigación, se secuestraron rollos de fotos, un CPU, que había sido reseteada a cero y no se pudo hallar ningún material de interés y se secuestró el celular de esta abuela, pero que había sido adquirido recientemente”.

Fuente: LaNueva