Un año de la primera cuarentena: ¿Qué cambió en tu profesión?

Vía habló con una profesora y un policía que desarrollan sus actividades en Punta Alta y nos contaban lo siguiente.

Subcomisario Gerbaldo y Profesora Gelós
Subcomisario Gerbaldo y Profesora Gelós

A un año de la primera cuarentena, donde todos tuvimos que modificar nuestras actividades, trabajo y nuestro hogar, hablamos desde Vía Punta Alta con algunos profesionales.

Agustín Andrés Gerbaldo tiene 37 años, es Subcomisario jefe Estación Comunal de nuestra ciudad y nos contaba lo siguiente: “la superioridad policial en el día que pusieron la cuarentena nos avisó cómo íbamos a trabajar y también lo vi en los medios de comunicación. Fue difícil al principio porque debías trabajar las 24 horas para hacer cumplir el decreto presidencial lo cuál tuve que tener al personal que no era de riesgo al 100 %. Eso fue agotador, porque además ayudamos a concientizar sobre las medidas de prevención”.

“Nadie conocía mucho sobre el tema del virus, era algo nuevo, sumado a que después debíamos volver a nuestro hogar y cuidar a nuestras familias. Fueron momentos muy inciertos cuando tuvimos a compañeros contagiados. En la actualidad como las restricciones fueron disminuyendo nos fuimos organizando, pero nunca bajamos los brazos. La seguridad en nuestra ciudad es fundamental para nosotros y trabajamos para eso”.

A un año de la primera cuarentena
A un año de la primera cuarentena

Melina Gelós tiene 45 años y es docente hace casi 24 años. Ella Ejerce como profesora de Historia y Ciudadanía en Secundaria Nº1 , Nº2 y Nº5. Además, hace 14 años que trabaja en terciario en el profesorado de Geografía del Instituto de Formación Docente Nº79. Con respecto a la pandemia nos manifestó lo siguiente, ”hace un año a través de los medios de comunicación me enteré que nuestro país ingresaba en estricta cuarentena debido a la pandemia por Covid 19. Ilusamente pensé que en pocos meses volveríamos a la vida cotidiana de siempre, pero, con mucha incertidumbre me tuve que hacer a la idea de que la “nueva normalidad “llegaba para quedarse” .

Agregó, “La nueva normalidad no sólo impactó en la dinámica familiar sino también en la laboral. De manera abrupta me vi sumergida en un trabajo virtual desde mi casa donde convivo con 4 personas más. Un trabajo virtual al cual no estaba muy acostumbrada , que me demandó tiempo 24/7 hacia las 13 aulas virtuales que gestioné y con la ayuda de mis colegas y de tutoriales de youtube le fui tomando la mano”.

Las primeras semanas fueron difíciles de mucho stress y ello impactó en mi estado de ánimo, pero le tuve que poner onda para que esa nueva normalidad no me consuma y sobre todo para llevarles a mis hijas y a mis alumnos tranquilidad. Muchos de ellos y sus familias estaban tan estresados como yo , con dificultades de conectividad y adaptándose como podían a las clases virtuales”.

A un año de la primera cuarentena
A un año de la primera cuarentena

Continuó, “ya más organizada, las clases virtuales en vivo por Meet fueron cada vez mas activas y en algunos cursos, continué trabajando, como años anteriores, con la metodología aprendizaje-servicio (creí que por el aislamiento no lo podría concretar con los alumnos ). Fue así que surgieron proyectos solidarios e interdisciplinarios con otros colegas muy lindos. También pude concretar para mis alumnos conversatorios virtuales con actores sociales de nuestra ciudad”.

“Hace unos días volví al aula en la escuela después de exactamente un año. Volví a una aula distinta con protocolo y distanciamiento pero fue un encuentro tan lindo!! Grupos de alumnos reducidos pero ávidos por escuchar a la profe y de repasar con mucha reflexión, contenidos de historia o ciudadanía . También tengo otros grupos hermosos en mis aulas virtuales ...chicos que ,en general ,ya están más cancheros con las herramientas tecnológicas”, relató.

En fin, en medio de tanta normativa, resolución, protocolo, entre otros me quedo con ésto: LO LINDO DE SER DOCENTE!”, finalizó.