Trabaja en una gomería y está a punto de recibirse de abogado

Maximiliano vive en Charata, está a tres materias de concluir la carrera de Derecho y ayuda a su familia en el emprendimiento familiar.

En la gomería, así se gana la vida el joven estudiante.
En la gomería, así se gana la vida el joven estudiante.

La historia de Maximiliano Pajon es de esfuerzo, trabajo y compromiso con el estudio. Vive en Charata, trabaja con su papá Félix en la gomería familiar y está estudiante la carrera de Derecho en la extensión aúlica de la Universidad Nacional del Nordeste en la ciudad de Pinedo.

Desde niño colabora con su padre en la reparación de neumáticos en la reconocida Gomería Pedrito que está ubicada sobre Avenida Pringles, uno de los accesos a la localidad de Charata. En 2011 termino el colegio en la EES Nº 16 (Bachillerato) y como siempre le gustó el Derecho inmediatamente ingresó a la Extensión Áulica de la UNNE, pero la familia no contaba con recursos económicos para que Maxi pueda dedicarse a estudiar exclusivamente.

Además, la gomería familiar generaba mucho trabajo de gran parte del día, por lo que Maxi estudiaba de noche. Así pasó los años: trabajando de día con su papá y estudiando por la noche. Ahora solo le faltan rendir tres materias y está a punto de recibirse de abogado.

Para Maxi, el apoyo de su familia fue fundamental.
Para Maxi, el apoyo de su familia fue fundamental.

En una entrevista a medios de Charata, Maximiliano contó cómo fue trabajar y estudiar a la vez, y agradeció enormemente los valores sociales que le inculcaron sus padres Félix y Patricia, y al trabajo en la gomería que le permite costear sus estudios.

“En la vida todo se puede, a algunos nos cuesta más, a otros menos, pero con esfuerzo se puede”, afirmó. “Yo empecé a estudiar en 2012 la carrera de abogacía, como a todo estudiante en principio me costó más porque trabajaba. Siempre me gusto la abogacía, la elegí porque me gusta estudiar la profesión del derecho. Es una carrera bastante larga, cuesta mucho, lleva su demanda de tiempo, de lectura, el que la está haciendo va a saber”, relata Maxi.

También cuenta que desde muy chico ayudó a su papá en la gomería. “Siempre pensando en la familia, la gomería es un trabajo que tenés que estar todo el día y aún así pude estudiar. Yo pienso que todo se puede, nada es imposible en esta vida, Nada más que a algunos nos cuesta más, a otros menos, pero se puede”, expresó.

Tras noches de estudio, ahora solo le quedan tres materias para recibirse.
Tras noches de estudio, ahora solo le quedan tres materias para recibirse.

Respecto a sus tiempos para estudiar y trabajar, Maximiliano aseguró que fue un desafío que ahora es gratificante. “Me faltan tres materias para recibirme, estoy muy contento y satisfecho con todo esto. A pesar de los tiempos difíciles que estamos pasando últimamente dentro de todo está todo bien. En estos últimos tiempos hice virtual, me fue bien”, relata sobre cómo pasó la pandemia.

Al hablar de su padre y el apoyo de su madre y hermana, Maximiliano se emociona. “Mi papá es una gran persona, es un gran tipo. Para mi siempre lo fue, no tengo nada malo para decir de él. Es un tipo laburador, día a día, sol a sol”, dice.

“Siempre me enseñó a trabajar, la buena vida, los valores y el respeto. Mi papá lleva 46 años en la Gomería”, recuerda sobre los inicios del emprendimiento familiar que le permitió estudiar.

“Estoy estudiando para tener un mejor futuro. Me gustaría obviamente recibirme y ejercer la profesión, pero todo a su tiempo. Ahora le voy a meter pilas para sacar estas materias que me quedan y recibirme”, señaló Maximiliano.