Otro secuestro virtual en Córdoba: “Querían 50.000 dólares”

Esta vez ocurrió en Italó, en el sur provincial.

Se registró un segundo secuestro virtual en el sur de Córdoba, en pocos días.
Se registró un segundo secuestro virtual en el sur de Córdoba, en pocos días.

A pocos días del “secuestro” que sufrió una familia de Jovita se ha registrado una nueva estafa con esta modalidad y varias similitudes, en la localidad de Italó, en el departamento General Roca, al sur de Córdoba.

Con características llamativamente muy parecidas, las víctimas fueron contactadas por teléfono, en una llamada en la que los malvivientes los amenazaban con que matarían a su hijo sino entregaban una suma de dinero, que debían dejar una bolsa en la calle, tal cual como ocurrió en Jovita, días atrás.

Con una persona que imitaba la voz de su hijo, llorando y pidiendo ayuda, los delincuentes llamaron a la casa de Mirta Trucco a las 2 de la madrugada del viernes y le exigían el pago de 50.000 dólares para liberar al hijo, que vive en la ciudad de Córdoba, contó a Cabledigital, este miércoles.

“Mi esposo atiende el teléfono y lo primero que escucha es una voz como si fuera de nuestro hijo, que vive en Córdoba, que decía que lo habían asaltado y que lo tenían con un revolver en la cabeza. Fue desesperante”, relató la mujer.

Seguidamente, contó que los estafadores le reclamaron “50.000 dólares, sino lo hacían sonar”, a lo que ellos contestaron que “era imposible” obtener ese dinero ya que son jubilados.

Aun con ese dato, los secuestradores no cesaron y continuaban con las amenazas: “nos tuvieron como una hora; nos decían que le iban a cortar una mano a nuestro hijo. Fue un hostigamiento continuo”, relató aterrorizada.

Finalmente, la mujer contó que todo terminó cuando entregaron una cifra que no reveló: “yo tenia algo de dinero guardado, lo pusimos en una bolsa y mi marido salió a la calle para dejarla, rápidamente paso un auto con las luces encendidas y se la llevaron”, contó.

Tras la entrega, los delincuentes volvieron a llamarlos y les dijeron que “eran profesionales y que tenían gente en todas partes; nos dijeron que nuestro hijo estaba bien y que se trataba de un secuestro virtual y cortaron la comunicación”.