Murphy, el pueblo de Pochettino, alentó a la distancia al Tottenham en la final de la Champions

Desde temprano, cientos de personas se reunieron en el Club Unión y Cultura para seguir el encuentro en pantalla gigante.

Cómo se vivió la previa a la final de la Champions en Murphy, el pueblo de Pochettino
Cómo se vivió la previa a la final de la Champions en Murphy, el pueblo de Pochettino

El resultado final no fue el deseado, pero igual la final de la Champions League se vivió con mucha pasión en Murphy, la localidad de origen del entrenador del Tottenham, Mauricio Pochettino, y del arquero suplente, Paulo Gazzaniga.

En el pueblo de 4 mil habitantes, todo comenzó el día previo al encuentro, con un grupo de alumnos de la escuela N°670, que aprovecharon la clase de inglés para enviar un caluroso saludo a sus héroes deportivos y a todo el equipo.

"Vamos a estar apoyando al Tottenham por Mauricio y Paulo", había anunciado Juan Pablo Caffa, futbolista oriundo de esa localidad. "Hay mucha gente que le gusta el fútbol y por lo que representan ambos, y con el sentido de pertenencia que tenemos hacia el pueblo, va a ser un día inolvidable para todos", había agregado.

Ya el día del partido, una multitud se apostó en el Club Unión y Cultura de Murphy, donde se iniciaron ambos. Con camisetas, gorros y banderas de los Spurs, como se conoce al equipo londinense, cientos de hinchas se sentaron a ver el juego en una pantalla gigante especialmente colocada para la ocasión.

Murphy vivió con mucha pasión la final de la Champions
Murphy vivió con mucha pasión la final de la Champions

"Vení a vivir la final de un sueño hecho realidad", decía la invitación del club santafesino que habilitó el buffet para todos los concurrentes. Lamentablemente para ellos, se sufrió desde el comienzo, porque a los 20 segundos hubo penal para el Liverpool que Salah cambió por gol.

El conjunto de Poche nunca pudo recuperarse del golpe inicial y sobre el final sufrió otro que lo noqueó. Pese a la derrota, y a que el festejo quedó ahogado, los espectadores que se habían reunido en Unión y Cultura se fueron con el pecho bien hinchado de orgullo, por los dos coterráneos que pelearon hasta el final y recibieron su aliento a 12 mil kilómetros de distancia.