Abandonada por su hijo en un bar: “Estaba triste, entendía muy bien lo que pasaba”

Clara se quedó “con lo puesto” en Rosario. Es ludópata y tenía medicación suficiente para una semana.

La anciana fue internada este sábado en el Hospital Geriátrico Provincial.
La anciana fue internada este sábado en el Hospital Geriátrico Provincial. Foto: David Sarfati

La mujer que estaba en silla de ruedas y fue abandonada por su hijo en un bar del centro de Rosario ya está “muy bien” y se incorporó al Hospital Geriátrico Provincial. Tres días después del episodio, el director explicó que la anciana estaba “triste porque entendía muy bien lo que estaba pasando” cuando la atendieron.

Clara tiene 68 años y es ludópata. En el momento en que la examinaron, “se sintió contenida” y pudo charlar con el personal cargo de asistirla. “Parecía psiquiátricamente estabilidzada, pero después notamos unas cositas”, comentaron desde el nosocomio en la zona sur luego del traslado desde San Lorenzo y Sarmiento.

El hombre que se deshizo de su madre en el bar Calabaza le había dejado medicación suficiente para una semana. En este sentido, el director del Geriátrico Provincial, Martín Almirón, precisó que la paciente “llegó con lo puesto” de ropa y otros problemas de salud.

El funcionario explicó que la anciana tiene mal de Parkinson en estadio “bastante avanzado”. Además sufrió una “fractura de cadera que se la había complicado” y estaba “muy falta de higiene”.

En primera instancia, Clara fue atendida en PAMI I. Las autoridades del nosocomio llamaron luego al geriátrico de la zona sur rosarina, donde decidieron recibirla de inmediato frente a la “condena mediática” que generó el caso.

Triste pero en actitud “colaboradora” tras ser abandonada por su hijo

A pesar de la situación traumática, la mujer adoptó una actitud “colaboradora” durante el primer examen que le hicieron. A la hora del chequeo también intervinieron profesionales de salud mental y actualmente está integrada al resto de los residentes en el establecimiento de Ayolas al 100.

A nivel general, Almirón comentó que el caso registrado en el microcentro forma parte de una serie de “eventualidades bastante frecuentes”. En un reportaje con Radio 2, recordó que algunas personas fueron alojadas cuando les robaron todo mientras estaban viviendo en la calle o perdieron su casilla en un incendio.