Una mujer irá a juicio porque sus perros provocaron la muerte de una anciana

“Quien posee un animal, es titular de un especial deber de cuidado”, manifestó el fiscal penal de Salta, Gustavo Torres Rubelt.

Ataque de perro. (imagen ilustrativa)
Ataque de perro. (imagen ilustrativa)

El pasado 17 de julio una mujer de 73 años volvía a su casa luego de ir a hacer las compras en un almacén del barrio, ubicado en la zona este de la ciudad de Salta, cuando fue atacada por uno de los perros de Paulina Isabel Subelza, lo que provocó que la mujer cayera de rodillas en la calle.

Un vecino que se encontraba en el lugar se bajó del auto para auxiliar a la mujer. Luego, la hija de la víctima llamó al Sistema de Emergencias 911 y la damnificada fue trasladada en un móvil del SAMEC al hospital San Bernardo. Sin embargo, camino al hospital, la anciana sufrió un paro cardíaco y, pese a las maniobras de reanimación que le realizaron en la ambulancia, falleció como consecuencia de un shock hipovolémico.

Es común ver perros sueltos en los barrios de la capital salteña. (imagen ilustrativa)
Es común ver perros sueltos en los barrios de la capital salteña. (imagen ilustrativa)

Tras la muerte de la mujer, la hija de la víctima realizó una denuncia contra la dueña del animal, Paulina Isabel Subelza. Luego de la denuncia, los investigadores recabaron los testimonios de testigos del ataque, uno de los cuales contó que “los perros que residen en esa vivienda siempre salen a atacar a los transeúntes que se desplazan por la calle”, y aseguró que no es la primera vez que atacan a alguien.

Subelza fue imputada por la comisión del delito de homicidio culposo y, en las últimas horas, Gustavo Torres Rubelt, el fiscal penal 3 de la Unidad de Graves Atentados Contra las Personas de Salta, pidió la elevación a juicio de la causa.

Quien posee un animal, es titular de un especial deber de cuidado y debe arbitrar los medios necesarios para minimizar los riesgos que trae consigo la tenencia”, manifestó el fiscal. Torres Rubelt agregó que el hecho de que Subelza no haya tomado las medidas de seguridad necesarias para evitar que sus animales dañen a otras personas equivale a crear un riesgo jurídico. Especialmente porque la dueña del animal omitió sus deberes como propietaria de un perro, sobre todo teniendo en cuenta que el perro ya había atacado a otras personas.

A pesar de los antecedentes, Subelza no habría adoptado medidas de seguridad y prevención en el inmueble donde aloja al perro, con estructuras suficientemente resistentes que impidieran que el animal se escapara de la vivienda y atacara a la víctima, lo que “demostraría una conducta imprudente de parte de la propietaria del animal, que habría conducido al resultado luctuoso”, precisó Torres Rubelt.