Solo el 15% de las causas penales llegan a un fallo en la Justicia Federal.

Así lo denunció el fiscal Antonio Gómez.

El Fiscal Antonio Gómez en Primer Plano.
El Fiscal Antonio Gómez en Primer Plano. Foto: Primer Plano

Fiscal General de la Cámara Federal de Apelaciones, Antonio Gómez conversó con el periodista Germán Valdez sobre los casos de contaminación ambiental en Tucumán. El fiscal también criticó al sistema de administración de justicia, denunció la corrupción en funcionarios públicos y destacó la necesidad de controles efectivos para prevenir delitos contra el medio ambiente.

- Hubo una nueva actuación en tema de contaminación ambiental.

-” Sí, el lunes pasado hemos visto unas imágenes en las redes sociales y hemos iniciado de oficio una causa por contaminación. Todavía no tenemos muy precisado el lugar del hecho, hicimos algunas imágenes con el Google Maps y esa investigación en este momento está en las manos del Doctor (Carlos) Brito, Fiscal Federal número uno.”

- Ahora, ¿usted no es la primera actuación que tiene?

-” No, en Tucumán tenemos decenas de causas penales por crímenes ambientales.”

- ¿Llegan a buen puerto todas?

-” No, obviamente que no, el sistema de administración de justicia es un fracaso absoluto.”

- Pero usted forma parte de la administración de justicia.

-” Absolutamente sí y somos parte de ese fracaso. Para que usted tenga una idea, en el orden federal no más del 10%, a lo sumo el 15% de las causas penales que se inician llegan a un juicio oral y público.”

- Pero ¿por qué?

Yo creo que son múltiples las razones de eso, no sé si tiene exactamente que ver con el tema ambiental. La verdad es que el Poder Judicial no es un poder que esté a la altura de lo que la sociedad requiere. Nosotros somos los guardianes de la Constitución y de la Ley y somos un fracaso, lisa y llanamente. Si lo nuestro fuera una fábrica, nos hubieran echado a muchos hace rato porque nos pagan excelentes sueldos, no pagamos ganancias, tenemos una jubilación espectacular, nuestra obra social es maravillosa...”

- ¿Cuánto ganaba usted?

-” Siete millones.”

- ¿En mano?

-” Sí, señor. Y siento vergüenza ajena por eso también, porque tengo una hermana que es maestra de escuela y obviamente no le alcanza. Mis hijas también trabajan, una es terapista ocupacional, otra es bioquímica, otra es licenciada en turismo y tampoco les alcanza. A mí me da vergüenza cobrar lo que estoy cobrando porque siento que no me están pagando por lo que realmente uno trabaja. Si el Poder Judicial fuera una fábrica, nos hubieran echado a la mitad más uno, seguramente. Porque estamos recibiendo mucho dinero para que nada más el 10 o el 15 por ciento, estoy hablando del sistema penal, llegue a un juicio oral y público.”

- ¿Eso pasa en Tucumán?

-” En todo el país. Y me atrevería a decir que en casi toda América Latina. ¿Sabe cuál es el promedio más alto en la justicia de las provincias, de todas nuestras provincias argentinas? 20%, Neuquén.

- Que uno presente una denuncia y la causa llegue al final.

-” Exacto. Si llega a un juicio oral y público, como corresponde, que es el lugar donde uno tiene que zanjar el juicio de condena. No estoy hablando en este sentido de causas civiles ni causas vinculadas.” - Antes de que se lleguen a cometer estos delitos ambientales, ¿es posible realizar controles en las distintas industrias para evitarlos?

Detrás de cada delito ambiental siempre hay un funcionario público corrupto.”

- “Nosotros no tendríamos delitos ambientales si los controles administrativos funcionaran bien. De hecho, los controles administrativos muchas veces están a favor del contaminador. En Tucumán, por ejemplo, hay resoluciones que le permiten a las empresas mineras contaminar con metales pesados por encima de lo que dice la ley penal. Es como si le autorizaran a cometer un delito en forma por escrito.”