Barilochense intentó pedir ayuda al Presidente, pero la ignoraron: necesita $100.000 para el tratamiento de su hijo

La mujer y su hijo discapacitado deben viajar mañana a Ecuador para la rehabilitación médica y todavía no cuentan con el dinero necesario. Este miércoles quiso hablar con Alberto Fernández, pero los guardias de seguridad no la dejaron pasar.

Celeste fue con su hijo Santi a Casa Rosada, esperaron más de dos horas pero nadie los recibió.
Celeste fue con su hijo Santi a Casa Rosada, esperaron más de dos horas pero nadie los recibió. Foto: Redes sociales

Celeste Torres, una mujer de Bariloche, fue con su hijo en silla de ruedas hasta Casa Rosada y esperó más de dos horas para entregarle una nota en la mano a Alberto Fernández. Ella quería que el presidente conozca su realidad y requería ayuda para cubrir los gastos del tratamiento médico de su niño, pero los guardias no la dejaron pasar.

La barilochense contó que pudo verlo a Fernández desde lejos, pero fue imposible llegar a hablar con él. Entonces intentaron darle la carta al guardia de seguridad del funcionario, pero tampoco fue posible de esta manera.

Torres está desesperada por la salud de su hijo Santi, quien después de sufrir un shock cardíaco y un ACV, tuvo un retraso muy grande en la calidad de vida.

Desde ese día, la mujer se encargó de buscar un centro médico que le otorgue la rehabilitación necesaria a su hijo. De esta manera, surgió la posibilidad de tratarse en Ecuador, en donde le dijeron que serían cinco sesiones.

Barilochense junto a su hijo Santi en Casa Rosada esperando hablar con Alberto Fernández.
Barilochense junto a su hijo Santi en Casa Rosada esperando hablar con Alberto Fernández. Foto: Redes sociales

A partir de la primera sesión que se hizo Santi en Ecuador, la familia ya notó los avances. “Mejorando cada vez más, tiene mayor movilidad y maneja mejor su lado derecho, incluso se para algunos segundos solo”, contó la madre.

Luego agregó que “ya puede agarrar objetos, tiene más reacción en los juegos, es asombrosa la mejoría que presenta, por eso queremos terminar con las dos sesiones que le faltan, pero es muy difícil todo”, afirmó.

Este viernes por la mañana tienen que viajar para realizar la cuarta sesión, pero todavía les falta juntar $100.000 para cubrir los gastos de medicamentos, traslados, alimentos y el millón de pesos para la última parte del tratamiento.

“Ni siquiera me quisieron recibir la nota”: la palabra de la mamá de Santi

Los padres de Santi no saben a quien más pedir ayuda para seguir pagando la rehabilitación de su hijo. Hasta ahora pudieron llegar hasta la tercera etapa gracias a la solidaridad de sus compañeros del SPLIF y a la gente que aportó su granito de arena.

Hace algunos meses recibían mayor aporte económico, pero con el transcurso del tiempo el dinero que tienen es cada vez menor. En diálogo con El Cordillerano, Celeste contó que viajan mañana y todavía les falta mucha plata.

“Son pocos días allá y en realidad el viaje anterior lo pasamos a puro mate porque les juro que no llegábamos con el dinero que teníamos a comprar alimentos”, reveló la mujer. Por esa razón, cuando se enteró que Fernández estaba en Casa Rosada, no dudó en ir hasta el lugar con su hijo.

“Estaba con Santi en la silla de ruedas y mi hermano que vino desde Bariloche, solo quería hacerle llegar el flyer y una nota para que sepa lo que nos está pasando”, relató. “Estábamos en la vereda detrás de las rejas, anduvo ahí cerca con la gente de seguridad, miró donde estábamos, llamé a los guardias pero ni siquiera me quisieron recibir la nota”, detalló.

Las autoridades le dijeron a la madre que debía esperar. Después la mandaron a otra puerta para ver si la autorizaban a ingresar, “pero me tuvieron con Santi de allá para acá por más de dos horas hasta que al final nos fuimos muy tristes y desilusionados”, expuso Torres.

“Entiendo los cuidados que tienen para con el presidente por lo que sucedió con Cristina, pero ¿qué daño puede hacerle una mamá con su hijo en silla de ruedas? Podría haber pedido a alguien que le acercara los papeles que le queríamos entregar”, agregó la mujer.

Por último, la barilochense aseguró que lo único que pretendía era acercarle la carta que contaba la historia de Santi, pero no hubo forma. “La pasamos muy mal porque pensé que un presidente se debía al pueblo”, concluyó.