“No sabemos qué inventar para vender algo”: el desesperado lamento de un carnicero cordobés

La crisis de consumo de carne vacuna en Argentina producto de la inflación y la pobreza impacta de lleno en los trabajadores del sector. “Hace más de dos años que no puedo guardar un centavo”, aseguró, entre lágrimas.

El carnicero se quebró al hablar de la dura situación económica que atraviesa.
El carnicero se quebró al hablar de la dura situación económica que atraviesa. Foto: El Doce

La crisis económica que azota al país hace ya varios años se profundiza cada vez más y los más golpeados son los sectores de clase media y baja que todos los días tienen que trabajar el doble para poder llevar algo a sus casas. En este marco, la inflación y la pobreza llevan el consumo a niveles bajísimos, lo cual impacta de lleno en los pequeños comerciantes que viven el día a día.

Uno de los sectores más afectados por esta situación es sin duda el de la carne vacuna, cuyo consumo ya cayó al nivel más bajo en 100 años. En tal sentido, en las últimas horas se conoció la situación de Ángel, un cordobés que tiene una carnicería en barrio Alberdi en la que las ventas se desplomaron en el último tiempo, a tal punto que “hace más de dos años” que no tiene ganancias.

“Está muy dura la mano, cada vez vendemos menos carne y ya no sabemos qué inventar para vender algo”, aseguró el hombre en diálogo con Telenoche. “Por ahí viene un cliente y gasta 3.000 o 4.000 pesos, pero es uno de cada 100. No puedo hacer un cartel porque te aumentan los precios todos los días, tengo los carteles borrados”, lamentó el trabajador.

Según reveló Ángel, su carnicería está equipada para bajar y vender 20 medias reses por semana, pero desde hace ya varios meses piden “nueve, con suerte”. A pesar de que las ventas descienden y por lo tanto pasa lo mismo con las ganancias, los gastos siguen aumentando.

En tal sentido, el hombre detalló que la última boleta de luz que le llegó es de 72 mil pesos, cuando la anterior había sido de 49 mil pesos. “El sueldo de ellos (los empleados) aumentó un montón y seguimos vendiendo lo mismo, no hay forma de sostenerlo a esto”, explicó. Y detalló: “Tengo cinco empleados y los sigo aguantando pero con plata que sale de mi bolsillo: hace más de dos años que no puedo guardar un centavo”.

El freezer que compró y no pudo usar

Entre los equipos que tiene en su carnicería, Ángel mostró un freezer que compró el año pasado y aseguró entre lágrimas: “No lo pude estrenar, está ahí como lo compré, no puedo guardar mercadería porque no se vende”.