El Banco Mundial cambió sus proyecciones y pronosticó que Argentina no crecerá en 2023

En su informe, el organismo cuestionó las estimaciones del FMI, que en su último Staff Report había planteado un aumento del PBI del 2% para este año.

Cambio de proyecciones: el Banco Mundial pronosticó que Argentina no crecerá en 2023. En la foto, Sergio Massa con el director del Banco Mundial, Axel Van Trotsenburg. (Archivo)
Cambio de proyecciones: el Banco Mundial pronosticó que Argentina no crecerá en 2023. En la foto, Sergio Massa con el director del Banco Mundial, Axel Van Trotsenburg. (Archivo)

A pesar de haber compartido la estimación del 2% lanzada por el FMI, el Banco Mundial corrigió sus estimaciones de crecimiento para Argentina en su último reporte titulado “El potencial de la integración: oportunidades en una economía global cambiante”. La entidad financiera proyecta que la economía argentina no crecerá en 2023 y avanzará apenas un 2% en los dos años siguientes. Esta corrección se debe a factores como la sequía, una inflación descontrolada y la restricción en el acceso al dólar.

Según publicó Clarín, el informe presentado por el Banco Mundial también incluyó sus expectativas de crecimiento para los países de América Latina y el Caribe. El reporte estima que el PIB regional crecerá un 1,4% en 2023, una tasa inferior a la anticipada. Además, señala que “se esperan tasas de 2,4 % para 2024 y 2025, demasiado bajas para lograr progresos significativos en la reducción de la pobreza”.

Banco Mundial. (Archivo / Télam)
Banco Mundial. (Archivo / Télam)

En una conferencia de prensa, William Maloney, economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, destacó la situación particular de Argentina y afirmó que “Argentina tiene muchas cuestiones a resolver”. Al mismo tiempo, indicó que el Banco Mundial apoya el programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y cree que va a ayudar a garantizar la estabilidad macro, que es un prerrequisito para los capitales en la región, no solo para la llegada de capitales extranjeros.

Maloney reconoció que la sequía es un problema que afecta no sólo a la producción local, sino que también atraviesa las realidades económicas de países vecinos, como Uruguay y Brasil. “Es un problema cada vez más importante y resalta el foco que venimos haciendo en cuanto al cambio climático y la necesidad de mitigar el aumento de las temperaturas para hacer a los países más resilientes”, señaló.

Respecto al panorama para el resto de los países de América Latina y el Caribe, Maloney afirmó que “la región sigue siendo una de las menos integradas, mientras que la apertura comercial y la inversión internacional directa se han estancado o han disminuido en la mayoría de los casos durante los últimos 20 años”. El economista recomendó que los países deben encontrar formas de ganar atractivo y aprovechar la tendencia hacia la relocalización de empresas.

El informe sugiere una serie de políticas de integración que los países deberían considerar para aprovechar estas oportunidades. Esto incluye políticas de largo plazo, como reducir los riesgos sistémicos, impulsar las inversiones en infraestructura tradicional y digital y mejorar el capital humano; así como opciones a corto plazo, como preservar la estabilidad macroeconómica, impulsar avances en la regulación aduanera y de transporte, y mejorar las agencias de promoción de exportaciones e inversiones.

En cuanto a la situación de Argentina en el flujo de dólares y la delicada situación de las reservas, Maloney aseguró que el Banco Mundial continuará este año aportando varios préstamos para “trabajar el costado social y la eficiencia gubernamental”.