¿Ciencia o magia?: Harvard reveló el misterio sobre cómo nos enamoramos

Los especialistas de Harvard realizaron una investigación sobre cómo funciona el cerebro al sentir amor por aquella persona especial. De qué se trata.

¿Ciencia o magia?: descubrí como nos enamoramos según Harvard.
¿Ciencia o magia?: descubrí como nos enamoramos según Harvard. Foto: Shutterstock

Los profesores de la Escuela de Medicina de Harvard Richard Schwartz y Jacqueline Olds llevaron gran tiempo de sus carreras dedicándose al estudio de las dinámicas amorosas y, hace más de veinte años, la antropóloga biológica Helen Fisher realizó una investigación en 166 sociedades y, en efecto, encontró el amor en 147, por lo que recomienda una base biológica para este sentimiento.

Luego, en 2005, la experta trabajó junto a un equipo de especialistas sobre el tema y observó las primeras imágenes de resonancia magnética funcional de aquellos cerebros enamorados. El estudio se realizaba mostrándole a estudiantes una serie de fotos de sus seres queridos y de conocidos, por lo que llegaron a destacar cómo se activaba la dopamina, en representación del placer y la motivación.

Harvard reveló cómo nos enamoramos. (Imagen ilustrativa)
Harvard reveló cómo nos enamoramos. (Imagen ilustrativa)

Esto es lo que sucede en nuestro cerebro cuando nos enamoramos

Cuando una persona se enamora, el cerebro manifiesta una serie de químicos vinculados con el circuito de recompensa, como la dopamina y el cortisol, lo que brinda fuertes respuestas emocionales.

Otra pieza fundamental en el amor es la oxitocina y la vasopresina, hormonas principales relacionadas con el apego y las relaciones duraderas, que se manifiestan durante el sexo y el contacto con nuestro enamorado/a.

El relevante estudio que refleja cómo nos enamoramos según la ciencia.
El relevante estudio que refleja cómo nos enamoramos según la ciencia. Foto: Eres Mamá

Uno de los efectos positivos de este sentimiento es que el amor inactiva las vías neuronales responsables de emociones negativas, cumpliendo, de este modo, con el dicho “el amor es ciego”. Dicho proceso involucra a dos vías neuronales: una vinculada a las emociones positivas, conectando la corteza prefrontal con el núcleo accumbens, y otra con emociones negativas, que encadena el núcleo accumbens con la amígdala.

Finalmente, gracias a estos hallazgos, los terapeutas de pareja continúan investigando cómo el cerebro y el sistema nervioso se activa al sentir amor, con el objetivo de llevar lo encontrado a futuras terapias.