“No habíamos visto algo así en la zona”: dos hombres de Santa Cruz pescaron un atún de 250 kilos

La especie apareció cerca de La Angelina y fue imposible trasladarla por su gran peso. Los pescadores quedaron sorprendidos y aseguraron que es muy raro ver estos “bichos” en la zona.

Los pescadores de Río Gallegos encontraron un atún de más de 250 kilos.
Los pescadores de Río Gallegos encontraron un atún de más de 250 kilos. Foto: Tiempo Sur

El fin de semana pasado, dos hombres de Río Gallegos quedaron sorprendidos al pescar una pieza poco común de encontrar: un atún que pesaba más de 250 kilogramos, el cual apareció cerca de una zona llamada La Angelina.

Los hombres tuvieron la dificultad de trasladar el atún por el gran peso que tenía. Carlos Núñez, uno de los pescadores, aseguró que no sabían que hacer y, en medio de risas, contó que solamente pudieron llevar lomos y algo de carne.

En diálogo con Tiempo Sur, Núñez dijo que fue un momento hermoso y realmente muy extraño. “No habíamos visto algo así en la zona. Raro esos bichos acá en la Argentina”, enunció el hombre que no podía creer haber encontrado un atún.

Los pescadores con el atún que pesa más de 250 kilos.
Los pescadores con el atún que pesa más de 250 kilos. Foto: Tiempo Sur

Biólogos aseguraron que es raro que aparezca la especie en la zona

El hecho fue noticia y dejó sin palabras a las autoridades de la Subsecretaría de Pesca de Santa Cruz y biólogos del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP). En este contexto, los especialistas analizaron la situación y confirmaron que es muy extraña la aparición de la especie.

Al parecer se trataría de un atún de aleta azul, que según National Geographic, es uno de los peces más grandes y rápidos del mundo. Su color azul metálico por arriba y blanco plateado por abajo, ayuda a que puedan camuflarse.

Esta especie tiene mucho apetito y una dieta variada, por lo que pueden alcanzar grandes dimensiones, con dos metros de longitud y 250 kilogramos fácilmente. Este animal se siente cómodo en las aguas de las costas de Terranova e Islandia, como así también en el Golfo de México y en el mar Mediterráneo.