A un mes de la pueblada en Rosario, los crímenes bajaron, pero el miedo subsiste

Tras el asesinato de Máximo Jerez, en Los Pumitas aumentó la vigilancia de fuerzas federales y siguen las amenazas.

Los vecinos de Empalme Graneros recibieron con aplausos al personal de Gendarmería.
Los vecinos de Empalme Graneros recibieron con aplausos al personal de Gendarmería. Foto: Juan José García

A principios de marzo se desató una pueblada en Rosario cuando vecinos del barrio Los Pumitas destruyeron la casa de un presunto narcotraficante. Pasado un mes desde aquella violenta reacción ante el crimen de Máximo Jerez (11), se registraron menos homicidios, pero el miedo aún se siente a flor de piel en la zona noroeste.

El saqueo y destrozo de las viviendas que ocupaban supuestos integrantes de la banda de “Los Salteños” tuvieron un vuelto inmediato y estremecedor. Los vecinos denunciaron amenazas de muerte mediante un video en el que un joven armado les advirtió: “Todas estas balitas van para ustedes, guachos. Más vale que devuelvan las cosas”.

Aunque la Justicia logró capturar a Uriel Enrique y lo imputó como autor de esa grabación, en Los Pumitas siguen recibiendo mensajes intimidatorios. Muchas víctimas pertecen a la comunidad qom, al igual que la familia Jerez, y no bajan la guardia a pesar del aumento del patrullaje de las fuerzas de seguridad federales y provinciales.

Tres días después del asesinato del nene de 11 años, la Nación envió 400 gendarmes y policías a Rosario. Luego de ese desembarco, el promedio de casi un homicidio por día empezó a bajar en la región.

En las últimas tres semanas se registraron ocho crímenes en la ciudad. A esa lista se suma la muerte de dos personas baleadas en diferentes episodios.

¿Qué pasó con la causa sobre el crimen de Máximo Jerez en Rosario?

Desde que mataron a Máximo Jerez la madrugada del 5 de marzo en Cabal al 1300, la Fiscalía Regional de Rosario imputó a dos personas por el crimen y otras tres por encubrimiento agravado. Según los investigadores, los autores de la balacera pertenecen a la banda de Alex Ibáñez, preso en la cárcel de Piñero.

El Ministerio Público de la Acusación (MPA) señaló a Maximiliano “Catino” Castillo (24) como uno de los tiradores que llegaron a Los Pumitas a bordo de un Honda Civic negro. Su hermano Nicolás, conocido como “Macuá”, fue identificado como el conductor del auto.

Máximo jugaba en el Club Los Pumas y su muerte se confirmó en el Hospital de Niños Zona Norte.
Máximo jugaba en el Club Los Pumas y su muerte se confirmó en el Hospital de Niños Zona Norte.

El fiscal Adrián Spelta afirma que los imputados están enfrentados a la banda de Cristian Villazón. El “Salteño” también está alojado en Piñero, pero lidera una organización rival del “Araña” Ibáñez y sus secuaces en el negocio de las drogas ilegales.

Por otra parte, el funcionario pidió la prisión preventiva de Gustavo Nicolas Borda (22), su esposa Alejandra Fabiana Rodríguez (52) y Esteban Ezequiel Marengo (31). Este último tiene relación con “Macuá” Castillo, dueño del auto. Las tres personas fueron detenidas durante un operativo en Campodónico al 3200 como parte del secuestro del vehículo.