Cómo retomar hábitos saludables después de las vacaciones

Después de los días de descanso, con comidas y reuniones con amigos, se empieza a notar la importancia de reorganizar la distribución de los alimentos en nuestra dieta.

Hábitos saludables para después de las vacaciones.
Hábitos saludables para después de las vacaciones.

Sabemos que las vacaciones son para descansar y disfrutar de los paisajes. La comida también es parte de ese plan, simplemente al regresar hay que retomar los hábitos que a uno lo hacen sentir mejor.

Es por esto que Vía País consultó a la licenciada Araceli Vallone, nutricionista especialista en obesidad, y a la licenciada Clara Iturralde, nutricionista especialista en Obesidad, Sobrepeso y Bariátrica y miembro de Cliníc Integral, para conocer cómo llevar a cabo este proceso.

¿Por dónde empezar?

Para Araceli Vallone, un buen comienzo puede ser prestando atención a la distribución de los alimentos. En vacaciones se suelen saltear algunas ingestas porque nos levantamos tarde y no desayunamos o quizá no almorzamos porque nuestro hospedaje incluye un buen desayuno que funciona a modo de brunch, por lo que pasamos directo a la merienda. En este caso, lo más conveniente es ordenarse nuevamente haciendo las 4 comidas principales (desayuno – almuerzo- merienda y cena).

Una buena oportunidad para introducir hábitos saludables.
Una buena oportunidad para introducir hábitos saludables.

En segundo lugar, se puede prestar un poco mas de atención al armado del plato y, en este punto, nos podemos fijar si en los últimos días de vacaciones comimos suficientes vegetales o no tanto. Mejoramos notablemente la calidad de nuestra alimentación si la mitad del mismo está compuesta por vegetales bien coloridos, carnes magras para comer menos fiambres y algún hidrato de carbono del grupo de los complejos que incluyen: arroz, fideos, legumbres etc.

En tercer lugar, evaluar el tamaño de la porción, si en vacaciones nos relajamos y fuimos por el cuarto de helado o el combo agrandado, empezar a elegir unidades de consumo (que van a ser las porciones que uno come) más pequeñas es una buena opción.

Otro hábito para retomar se relaciona con la actividad física: volver a la clase de rutina, a las caminatas diarias y a todos aquellos momentos en donde se puede aumentar el movimiento de manera espontánea, por ejemplo: bajando antes del colectivo, usando menos el ascensor y un poco más las escaleras.

Hábitos saludables.
Hábitos saludables.

Por último, y no menos importante son los pensamientos acerca de ese período de vacaciones. No quedarse enganchado si es que uno subió 1, 2 o mas kilos ya que lo importante sucede entre las vacaciones. Si la alimentación es saludable la mayor parte del año seguramente el peso se acomodará lentamente y la salud no se va a ver perjudicada. La comida que ofrece el lugar de veraneo elegido también es parte de las vacaciones y nadie debe sentirse culpable por disfrutar de esos alimentos.

Por otra parte, Clara Iturralde comentó sus tips para comenzar el año con buena energía:

El orden, organización y planificación es uno de los pilares de muchas áreas de nuestra vida. La alimentación no está exenta de esto y es por esto que recomienda hacer una lista de comidas que gusten a uno o a la familia.

Hábitos saludables.
Hábitos saludables.

La recomendación es tomar un cuaderno y anotar lo que surja, además podes buscar ideas en redes, libros de cocina o preguntar a amigos que es lo que cocinan en sus casas. De la lista de comidas que anotes es importante revisarla para ser realista y sincero con uno mismo y no proponerse comidas muy complejas que luego te frustres por no poder hacerlas.

Luego de hacer la lista de comidas, armar un menú semanal al principio de la semana. Con este menú se puede hacer la lista de compras y ya tener resueltas las comidas de la semana.

La importancia de consumir agua.
La importancia de consumir agua.

Por otro lado, la actividad física trae múltiples beneficios a nuestro cuerpo y mente. La Organización Mundial de la Salud recomienda distintos niveles de actividad física según el grupo etareo. De 150 a 300 minutos semanales en la vida adulta (18 a 64 años) es la recomendación de la OMS.

Lo ideal es realizar activadas aeróbicas (correr, caminar, bailar, andar en bici, patinar, hacer algún deporte, etc.) combinado con dos o tres días por semana de actividades de fortalecimiento muscular.

Comenzar y sostener la actividad requiere también un orden, planificación y ser realista. Es importante empezar de a poco, intentando buscar alguna actividad que a uno le guste y motive. Colocar día y horario en la agenda e intentar cumplirlo para ir generando el hábito. El primer paso es animarse, probar nuevas actividades y vencer la pereza, que es algo totalmente normal.

No apuntar al todo o nada: si sé que por el momento solo voy a poder ir a caminar una vez por semana una hora. Si una semana no hice nada, siempre puedo volver, de eso trata. Perseverar para sentirnos bien”, finaliza.