La familia de Oscar Mura, el policía asesinado por su ex pareja, denunció que recibieron amenazas de muerte

Las mismas ocurrieron luego de la sentencia judicial del pasado jueves, cuando el asesino Diego Espejo recibió cadena perpetua.

Oscar Mura, la víctima, tenía 28 años
Oscar Mura, la víctima, tenía 28 años

El último jueves se conoció la sentencia a Diego Espejo, quien estaba acusado de matar a su ex pareja, el policía Oscar Mura. Como la Justicia consideró que era penalmente responsable por el homicidio doblemente calificado, fue condenado a perpetua. Luego de conocerse el fallo, hablaron los familiares del joven asesinado, quienes indicaron que recibieron amenazas de muerte.

En diálogo con Radio Sarmiento, el padre de Oscar Mura explicó que les dijeron “los vamos a matar, son unos ‘HDP’, cuánto pagaron”, a lo que luego agregó: “La verdad que no pagamos nada, solo pedíamos justicia y gracias a Dios se hizo justicia. Esperemos que sea firme la sentencia”.

Sobre las amenazas, el hombre indicó que vinieron de “un grupo de mujeres” que se encontraban presentes al momento de la sentencia en Tribunales. En este contexto, Oscar Mura (padre) contó: “La abogada se está haciendo ocupando de eso pero serían familiares (del condenado)... Se hizo una denuncia porque no sé el motivo por lo que nos amenazaron siendo que nosotros somos los perjudicados, siendo que no tienen en cuenta que él tiene hijos. Los que tendríamos que estar así somos nosotros porque nosotros perdimos un hijo y estas personas estaban pidiendo justicia”.

Finalmente, el padre de la víctima concluyó: “Me daba impotencia escuchar y leer todas las cosas malas que dijeron. Ellos pidieron que se supiera la verdad y ahí está la verdad. Si no se hubiera trabado el arma no sé cuántas balas le hubiera dado... lo mató cuando estaba durmiendo, acostado al costado de la cama, de lado, allí recibió los disparos”.

El caso:

El brutal crimen ocurrió en la madrugada del 19 de marzo, en el departamento que compartía la pareja en el departamento de Chimbas. Mura recibió cuatro balazos a quemarropa con su propia arma reglamentaria: según la autopsia, tres fueron directo al abdomen y otro en la espalda. Ocho meses después del crimen, el principal sospechoso fue condenado a prisión perpetua.