Condenaron a Abel Vázquez por el homicidio de Nélida Villar

El tribunal condenó a Vázquez a la pena de prisión perpetua y ordenó que a la cárcel de San Rafael. Lucía Carrasco fue absuelta por falta de acusación.

Abel Vázquez
Abel Vázquez

El juicio por el asesinato de Nélida Villar llegó a su fin con el anuncio de la sentencia. Los jueces Néstor Ariel Murcia, Jorge Yapur Meca y Sergio González decidieron condenar a Abel Vázquez a la pena de prisión perpetua.

Además el Tirbunal Penal Colegiado N° 1 ordenó que hasta tanto quede firme la sentencia, Vázquez deberá permancer en la cárcel de San Rafael.

En tanto, Lucía Carrasco, la esposa de Vázquez, que también estaba imputada, fue absuelta por el beneficio de la duda.

Vázquez enfrentó el segundo juicio por la muerte de la joven ocurrida en 2013 en Malargüe bajo la imputación de homicidio agravado por el vínculo, ya que mantenía una relación oculta con la víctima, y por mediar violencia de género.

Bajo esta calificación el fiscal Pablo Peñasco y también el fiscal Javier Giaroli que hizo las veces de abogado querellante por disposición de la Procuraduría de la Corte, (con el paso de los años el abogado que representaba a la familia Villar pasó a trabajar en el Estado y le impidió seguir ejerciendo como querellante) solicitó la condena y con la pena máxima, prisión perpetua.

Los acusados por la muerte de Nélida Villar.
Los acusados por la muerte de Nélida Villar.

En sus palabras finales, el acusado dijo entre llantos “soy totalmente inocente”, pero no pudo cambiar su destino.

En el caso de Carrasco, la fiscalía decidió retirar la acusación sobre el final del debate.

El condenado

Pasaron ocho años y medio desde el asesinato de Nélida Villar. El 7 de mayo de 2013 en el cerro Ceferino, la joven que entonces tenía 21 años, fue atacada, golpeada y luego tomada desde atrás y apuñalada.

Entre el puntazo fatal y la muerte de Villar pasaron al menos cinco minutos, según las pericias forenses. En ese lapso, el homicida arrastró el cuerpo y lo dejó tirado boca abajo detrás de una casilla intentando ocultarlo, mientras la víctima aún agonizaba.

Desde que hallaron el cadáver, el principal apuntado fue Vázquez al descubrirse que era amante de Nelly. Así es como en mayo de 2014 se realizó el primer juicio por el asesinato con él como único acusado.

Sin embargo el proceso terminó con el imputado absuelto por el beneficio de la duda y desde entonces se desarrolló una extensa batalla judicial hasta llegar con la apelación a la Suprema Corte de Justicia de Mendoza.

En 2018, el máximo tribunal mendocino declaró el juicio nulo y ordenó un segundo debate.

La relación entre el acusado y la víctima

Durante el transcurso del segundo juicio salió a la luz que el acusado mantuvo una relación sentimental con Villar desde que estaba en la escuela secundaria.

Para la fiscalía y la querella, el móvil del asesinato fue porque Nelly quería avanzar un paso más en esa relación que llevaba unos siete años. Incluso la querella dejó trascender que Villar pensaba que estaba embarazada.

El análisis de las llamadas y mensajes que cruzaron el imputado y la víctima en los días previos y sobre todo el 7 de mayo trágico, demostró que la joven no quería seguir a escondidas lo llamaba “a toda hora” porque “Nélida quería más, no quería ser discreta”, dijo Giaroli en la conclusión final.

Absuelta

En el caso de Lucía Carrasco, en el primer juicio nunca apareció en el radar como posible responsable, pero la fiscalía decidió acusarla avanzada la investigación para el segundo debate.

La mujer llegó al proceso imputada por homicidio simple o homicidio por emoción violenta. La teoría que intentó desplegar la fiscalía es que, la esposa de Vázquez Correa, los descubrió teniendo relaciones sexuales y llena de ira actuó violentamente para quitarle la vida a Villar.

Lucía Carrasco
Lucía Carrasco

Sin embargo durante el transcurso del juicio, el fiscal Peñasco no reunió pruebas que fueran más allá de la duda razonables que permitieran inferir que estuvo en el lugar del crimen y al momento de formular la acusación decidió retraerse y solicitó directamente la absolución. En la misma sintonía se explayó Giaroli, como abogado querellante.

“A esta altura, después de casi nueve años, lo que me hicieron pasar a mí y a mis hijas es muy injusto”, fueron las últimas palabras de Carrasco ante el tribunal.

La setencia