Desarticulan banda narco que secuestraba jovencitas para vender drogas con protección policial en Rosario

Una serie de allanamientos simultáneos llevados a cabo este viernes por la madrugada en la zona norte de Rosario, permitió desarticular una banda narco con conexiones policiales que secuestraba a chicas adolescentes, las prostituía, las obligaba a consumir drogas y a comercializarlas para el grupo. La organización es comandada por un preso del penal de Coronda.

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Fueron casi 25 los allanamientos ordenados por el juez Marcelo Bailaque, en el marco de la investigación llevada a cabo por la Fiscalía Federal N° 2, a cargo de Claudio Kishimoto. La organización ilegal afectada al procedimiento es de estructura pequeña, pero de gran alcance y domina la zona de Nuevo Alberdi y la ex Zona Cero, bajo las órdenes de Lautaro G., un narco condenado y encerrado en el penal de Coronda.

La caída de la banda narco tuvo un elemento clave: la denuncia de una adolescente de 16 años que logró escapar del secuestro y dirigirse a la Policía de Coronda, donde expuso que tanto ella como su amiga de 17 años habían sido raptadas bajo engaño por la banda narco y obligadas a atender un búnker de drogas.

Además, la chica contó que, para mantenerse despiertas, ambas eran obligadas a consumir grandes cantidades de cocaína y cada domingo tenían que pagar coimas a policías que ofrecían protección a la banda. Sumado a esto, ambas eran sometidas a violaciones por parte de policías y miembros del grupo narco.

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¿Qué saldo dejaron los allanamientos a la banda narco?

El primero de los procedimientos tuvo lugar en el pabellón 4 de la cárcel de Coronda, donde está alojado Lautaro G. En los operativos siguientes, fueron detenidos su hermano Bruno G., su madre Gladis Noemí P., su pareja Irina Micaela M., su suegra Valeria Alejandra G. y otros miembros de la presunta banda.

Pasado el mediodía del viernes, cayeron tres policías que eran buscados por la causa: los interceptaron en Cullen y Juan B. Justo a bordo de una patrulla del Comando Radioeléctrico que, según el GPS, estuvo en uno de los búnkeres de la banda. Y hay un cuarto uniformado preso, acusado de iguales delitos en principio.