La séptima hija mujer de una familia sanjuanina espera que el Presidente la apadrine

Alma Isabel nació en pandemia, hoy tiene 2 años y su familia aguarda por la llegada de Alberto Fernández a San Juan para cumplir su deseo de que sea su padrino en el bautismo.

Alma Isabel tiene 2 años y es la séptima hija mujer de una familia sanjuanina.
Alma Isabel tiene 2 años y es la séptima hija mujer de una familia sanjuanina. Foto: Diario La provincia sj

En plena pandemia, allá por el 15 de mayo del 2020, en el servicio de Neonatología del Hospital Dr. Guillermo Rawson, en San Juan, nació una pequeña llamada Alma Isabel. Hasta ahí todo es común y corriente. La particularidad de este caso es que, aquella nena que pesó 4.400 kilos, se convirtió en la séptima hija mujer de Jésica Abregó, una joven oriunda de La Bebida, en Rivadavia.

Hoy, Alma Isabel tiene 2 años de vida y su familia aspira a que el presidente Alberto Fernández esté en su bautismo como padrino. En diálogo con Diario La Provincia SJ, su mamá indicó: “Queremos conocer al Presidente ahora que viene a San Juan. Sería un orgullo para nosotros que él sea padrino de Alma”.

La Ley 20.843 de padrinazgo presidencial establece que el último hijo de 7 podría recibir el padrinazgo del presidente. En este caso, de Alberto Fernández. Por supuesto que, Alma, tiene 6 hermanas mayores que ella: Yasmín de 18 años, Guadalupe de 13 años, Pía de 12 años, Lourdes de 6 años, Yuliana de 5 años y Victoria de 4 años. “Es una gorda super pícara. Ella al ser la más pequeña es la más regalona, la más consentida de la casa”, contó Jésica, quien además explicó que hoy se ocupa de sus hijos plenamente ya que se quedó sin trabajo y los niños demandan todo el tiempo.

“Nunca pudimos conocer al presidente pese a la cantidad de veces que vino. Intenté pero me costó. Si estoy frente a él le pediría que esté en el bautismo. Como madrina estaría mi hermana”, agregó la joven madre. Es que, cuando nació la pequeña, el país atravesaba una cuarentena estricta por los protocolos de Covid-19. De hecho, el resto de la familia tuvo que esperar más de 2 meses para conocerla, ya que hasta ese momento la conocían por fotos y videollamadas. “A pesar de mi gravedad, no pudieron ir al hospital. Después de tenerla estuve internada mucho tiempo en el Rawson”, concluyó Jésica.