Así funciona la línea 144 de violencia contra la mujer

A raíz de la denuncia de Thelma Fardin a Juan Darthés por violarla cuando ella tenía 16 años, esta central de ayuda vio incrementarse casi al doble los llamados que se reciben por día. 

Violencia de género, violencia contra a mujer, basta de violencia. (WEB)
Violencia de género, violencia contra a mujer, basta de violencia. (WEB)

A raíz de la denuncia de Thelma Fardin a Juan Darthés por violarla cuando ella tenía 16 años, la línea 144, especializada en violencia contra la mujer, recibió el último martes un 33% más de llamadas que lo habitual. Al día siguiente, aumentaron en un 83%. Además, las más recibidas ese día fueron denuncias de violencia sexual, que crecieron inusitadamente en un 1700%.

La línea 144, que al contrario de lo que a veces se cree o se dice, no recibe denuncias –estas se realizan exclusivamente en la comisaría- es un servicio de ayuda para las víctimas, que funciona como una primera llamada de contención.

La consigna #Mirácomonosponemos desencadenó una ola de denuncias y revelaciones en los principales centros de atención a mujeres, en las redes sociales y en los medios, que en la central telefónica se sintió.

(EFE)
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Para quienes no lo saben, la línea 144 funciona las 24 horas de los 365 días del año y está habituada a prepararse para fechas especiales en las que saben que recibirán más llamados, como cuando se producen las marchas de #NiUnaMenos o cada noviembre, al conmemorarse el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer . Pero las cifras de esta semana sorprendieron hasta a las propias trabajadoras.

Una particularidad fue que un gran porcentaje de los llamados fueron de mujeres mayores que, por primera vez, contaron una situación de abuso sexual que sufrieron. "Fue impactante hasta para nosotras como trabajadoras. Este caso logró que muchas mujeres pudieran desinhibirse, traer un abuso de su historia al presente y contarlo como si hubiese sido ayer, aunque tal vez fue hace 50 años", explica Cristina Marrón, licenciada en Trabajo social y coordinadora del equipo de la 144.

Según la describe el diario La Nación, la central de la línea 144 tiene ocho cubículos azules –que en estos días se quedaron cortos-, una pantalla que indica a quién le ingresa una llamada y mujeres que hablan con auriculares. Los papeles con datos útiles pegados en cada cubículo indican dónde se entrega el botón antipánico, cuál es el número de atención al suicida y los centros de salud donde se realizan interrupciones voluntarias del embarazo, entre otros.

(EFE)
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Trabajan unas 29 operadoras, todas mujeres, que realizan turnos de entre seis y ocho horas que cubren las 24 horas de los 365 días del año. Todas fueron capacitadas en materia de violencia de género. La mayoría son psicólogas, abogadas y trabajadores sociales.

Consultada sobre el trabajo en la central, Emilia, una operadora de 58 años, dice: "En realidad nunca te curtís". Para ella, siempre hay llamadas que conmueven más que otras y que varían según la experiencia de vida de quien atiende. "Me conmueve darme cuenta de que hay personas que están con una soledad existencial muy grande. Pero te corrés de ese lugar, o lo conversás con tus compañeras después", señala. Hace cuatro años que trabaja allí, y como muchas otras, hoy siente que con sus compañeras está haciendo historia.