A pesar del “dólar Qatar” más caro, el Central volvió a vender reservas a un ritmo alarmante

Tras los ingresos por el “dólar soja”, la entidad rectora se desprendió de casi u$s300 millones en ocho días. Economistas y consultoras advierten que no será fácil cumplir con la meta de reservas en 2023.

Sergio Massa, ministro de Economía, y Miguel Pesce, presidente del Banco Central.
Sergio Massa, ministro de Economía, y Miguel Pesce, presidente del Banco Central.

El Banco Central sumó u$s4.966 millones de reservas en septiembre gracias a que imprimió 1,145 billones de pesos para pagarle un tipo de cambio diferencial de $200 al complejo sojero, pero en lo que va de octubre, la ecuación se invirtió y hay dudas sobre las metas de acumulación de divisas pactadas con el FMI.

Implementación del dólar Qatar
Implementación del dólar Qatar Foto: Gentileza Dólar

En medio de la renovada sangría, el Gobierno oficializó el jueves 13 los nuevos controles cambiarios que encarecen los consumos en dólares con tarjeta de crédito y débito en pasajes y paquetes turísticos que superen los u$s300. Un mecanismo para intentar morigerar las ventas de divisas y, en paralelo, recaudar más en términos fiscales.

El dólar soja terminó el 30 de septiembre, sumando u$s4.966 millones de dólares a las reservas. Y desde que se inició octubre, las ventas netas del Central alcanzaron los 296 millones, a un ritmo de u$s37 millones por día hábil. Además, del total de ventas, el 85,5% de las ventas se dieron en las últimas cuatro ruedas. El problema, hasta aquí, no parece ser el monto sino la tendencia y la velocidad.

Al nuevo “dólar Qatar”, el Central sumó otras estrategias para sumar reservas. Se confirmó un crédito de u$s700 millones del BID y el desembolso de u$s3.800 millones del FMI en el marco del programa de deuda. Ahora, el futuro inmediato está sujeto a los efectos de la sequía, que amenaza con afectar significativamente las exportaciones de trigo.

El “dólar soja” hizo que la situación del Banco Central fuera “menos peor”, nada más. El Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social (GERES) señaló que al 7 de octubre, las reservas netas se ubicaron en u$s3.527 millones y las reservas líquidas llegaron a 345 millones negativos, es decir, por debajo de cero.

El delicado estado de situación de la macroeconomía permite augurar que en 2023 persistirán las dificultades para reconstruir las reservas, si es que en el medio el Gobierno no sorprende con medidas de shock. El acuerdo con el FMI ordena sumar u$s4.000 millones el año próximo, lo que ahora parece una misión compleja para los economistas.

Escenario de continuidad

Un informe de la consultora Analytica repasó los desafíos, al advertir que el proyecto de Presupuesto que definió el ministro de Economía, Sergio Massa, y que debate el Congreso “contiene inconsistencias, en particular respecto del objetivo de acumulación de reservas”.

Para la consultora que conduce Ricardo Delgado (ex asesor de Massa), el presupuesto 2023 propone un escenario macroeconómico de continuidad, con ausencia de un ordenamiento de precios relativos y cumpliendo con el objetivo fiscal acordado con el FMI.

Si bien el proyecto de ley es “realista”, en las proyecciones de actividad, contiene inconsistencias, en particular respecto del objetivo de acumulación de reservas, indicó Analytica.

Las estimaciones del estudio indican que la cuenta capital y financiera debería ser superavitaria en u$s6.253 millones para alcanzar la meta de acumulación de u$s4.000 millones de reservas en 2023.

“Esto es poco plausible teniendo en cuenta el actual contexto internacional de suba de tasas de interés en los países desarrollados”, apuntó el estudio. Ese fenómeno lleva los principales flujos de dólares hacia Estados Unidos y Europa.

En Analytica se refirieron a otra variable que hace ruido, al indicar que también existen “límites evidentes” vinculados con el esquema actual de apreciación del tipo de cambio y que “las tensiones seguirán estando latentes en un escenario de atraso cambiario”.

En el Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano, que dirige el ex director de Estadísticas del Indec Víctor Beker, coincidieron en ese punto. “Es insuficiente la corrección del BCRA sobre el tipo de cambio nominal”, sentenciaron.

Por todo ello, en el mercado suenan con fuerza las hipótesis devaluatorias aunque en el gobierno nacional repiten a los cuatro vientos su compromiso para moderar la reducción de la brecha.

El economista Gustavo Ber analizó que mientras el clima preelectoral va calentando motores, los inversionistas y operadores del mercado siguen con atención la evolución de los desequilibrios fiscales, monetarios y cambiarios.

Y dentro de los desequilibrios cambiarios, se observan los efectos que podría tener asociados la nueva estrategia sobre el “dólar tarjeta”, que busca “defender las reservas” acumuladas durante la etapa del “dólar soja”, dado que además el último trimestre ofrecerá menor oferta de divisas.

En Analytica consideraron que “sin esperar un nuevo shock externo favorable, las fichas del gobierno tienen que estar puestas en la acción política”. “Se necesita estimular la liquidación de la próxima cosecha, a la vez que generar las condiciones de precios adecuadas para realizar inversiones necesarias en incertidumbre climática. Bajar el ritmo actual de los pagos de importaciones y servicios es también imperioso”, apuntaron.

Y, tras señalar que “la candidata ‘natural’ es la devaluación”, aclararon que “sin reservas suficientes, a las puertas de ingresar a una dinámica de régimen de alta inflación, con índices de pobreza superiores al 36% y un mercado laboral con elevada informalidad no resulta sencillo”.

“La salida es algún intento, tibio, de estabilización de rápida implementación, con un férreo control de daños colaterales y que sea creíble para llegar al nuevo gobierno. Demasiados ingredientes para darle altas chances de ocurrencia”, concluyeron.

Todo indica que son advertencias que Massa tendrá en cuenta porque, vale recordar, el titular de la consultora es el economista Ricardo Delgado, quien supo ser uno de sus principales asesores cuando peleó la Presidencia con el Frente Renovador.