El desgarrador relato de la madre de un adicto al pipazo en Córdoba: “Quiero que mi hijo quede detenido”

La mujer vive en barrio Villa Cornú de la ciudad de Córdoba, quien asegura que es un calvario lo que vive con su hijo.

El calvario que vive una familia de Córdoba por las adicciones de uno de sus miembros.
El calvario que vive una familia de Córdoba por las adicciones de uno de sus miembros. Foto: Google

Una familia de barrio Villa Cornú de la ciudad de Córdoba vive un calvario a raíz de la adicción de uno de sus miembros. Joel tiene 24 años y es adicto al pipazo, una droga que consiste en cocaína mezclada con otras sustancias. El estupefaciente se suma, por lo que los adictos terminan con los dedos y la boca quemada.

El joven había sido internado tras el pedido de su madre, Estela. En ese momento, comentó en diálogo con Cadena 3: “Es una lucha de todos los días, vivo peleando por no robar, por no drogarme, por no fallarle a mi familia”. Sin embargo, su madre contó que en aquel lugar “le soltaron la mano”.

EL CALVIO DE UNA FAMILIA POR LA ADICCIÓN AL PIPAZO EN CÓRDOBA

“Todas las noches le pido a los santos que lo cuiden y lo protejan porque lo estoy velando en vida. Mi hijo es una bomba de tiempo”, lamentó la mujer. Según información que se conoció, las dosis rondan los 2.000 a los 3.000 pesos, por lo que llegan a consumir mucho por día..

Ante esta situación, Estela confesó que prefiere que su hijo esté preso, antes de que siga consumiendo. Ahora, Joel estaría preso porque habría querido entrar a robar en el cementerio de Villa Allende Parque. “Le pido al juez que lo deje encerrado y lo siga una psicóloga, y pueda salir de la droga y del pipazo donde está metido”, suplicó.

Yo quiero que quede detenido porque si sale lo van a matar, yo prefiero que este preso porque estoy cansada de que ande por la calle”, agregó. Estela insistió en que Joel “no era un chico así”, pero que “se metió en la droga y no puede salir”.

Han venido unos vecinos a mi casa buscándolo a Joel y me dijeron que lo van a matar porque saca cosas para vender y para drogarse. Se va a morir por el consumo o porque lo van a matar por estar robando”, dijo.

CÓRDOBA: UN BARRIO PLAGADO Y UN ESTADO AUSENTE

En el barrio, hay al menos 20 puntos de venta de droga en un radio de cinco manzanas. Incluso, detrás de un colegio público y un dispensario hay un descampado, donde los jóvenes consumidos por la droga se quedan a dormir. “Él quiso internarse, fue a la psicóloga y dijo que estaba cansado de drogarse y de robar”, recordó Estela.

“Lo mandaron a hacerse unos estudios de la boca, análisis de sangre e iba a pasar por una entrevista para ver si tenía que internarse, pero él no iba a hacer nada de eso porque está en la calle. Yo le dije a la psicóloga y no me escuchó”, aseguró. Asimismo, aseguró que todos los días teme de la llamen para avisarle que su hijo murió.